Un profesor de un instituto de Palma da clase en una imagen de archivo. | Pere Bota

TW
18

Diecinueve profesores del IES Emili Darder de Palma han firmado y difundido un manifiesto en el que piden poder hablar «absolutamente de todos los temas sin que provoquen gritos y odios, que salen de las aulas y se deforma el mensaje». «No es posible tener miedo a hablar de temas que se consideran espinosos por la sociedad, como el terrorismo o el nacionalismo, del cariz que sea. Dentro del aula existe la libertad de cátedra y es perfectamente legal», defienden.

Los docentes denuncian que el concepto «adoctrinamiento» está siendo usado por muchos grupos políticos y asociaciones civiles para iniciar «guerras verbales contra todo lo que va en contra de su línea de pensamiento». «Esto crea problemas de convivencia en las aulas que desestabilizan el sistema democrático», advierten. «Nos engañaríamos pensando que hay alguien que, desde el momento en el que abre la boca, no está adoctrinando de una forma u otra; de hecho, es un punto inherente a la naturaleza humana», argumentan, y añaden: «Quien diga que es totalmente objetivo en todo miente, sea consciente o inconscientemente».

Los docentes aseguran que tanto en su instituto como en muchos otros de Balears se está volviendo común encontrar alumnos que hacen el saludo fascista cuando el profesor entra en el aula. «No es una provocación extraña», apuntan, y advierten de que pasa lo mismo con gritos como «Viva Franco», «Hitler tampoco fue tan malo»; «Fusilaría a todos los homosexuales» o «Las mujeres, si las violan, es su problema». El grupo firmante ve necesario buscar soluciones. «Si no explicamos que el fascismo es una aberración, no lo podemos combatir; si no decimos que todas las personas tenemos los mismos derechos, no hay nada hacer», dicen en el documento.

«No sirve hablar como siempre, tampoco ver documentales de gente que cuenta su experiencia, sobre todo cuando alguien viene al aula convencido de que tiene razón que el maestro solo miente y adoctrina», observan. Consideran que este problema trasciende a las aulas y defienden poder hablar de todo «sin imponer nada a nadie, sin exhibir colores, emblemas o lo que sea; hablemos sí, pero sin obligar a nadie a ser como nosotros».

«Explicar que el mallorquín es catalán; decir que los animales evolucionan; explicar que las guerras son una aberración y reflexionar sobre el hecho de que ser diferentes no quiere decir ser perores, ¿es adoctrinar?», se preguntan los firmantes, y se responden: "Creemos firmemente y, por cierto, las leyes actuales también, que sí es adoctrinar. Pero esto es una aberración?", comentan. Por lo tanto, defienden que todo esto se hable siempre en las aulas.

Por otra parte, los docentes creen que el caso de la polémica por la bandera en el colegio La Salle es la muestra de una «enfermedad que nos infecta a todos» y apoyan a la profesora.