Como se recordará, el Govern aprobó este decreto que, por un lado, rebajaba los niveles de catalán exigidos para trabajar en el ámbito sanitario, pero a su vez obligaba a todos los casos excepcionados por falta de personal (como son ahora los médicos y las enfermeras) a que se sacaran la titulación en un máximo de dos años. El decreto fue anulado por el Tribunal Supremo al considerar que la fórmula para regular esta cuestión no era la correcta. Sin embargo desde entonces no se ha hecho nada al respecto y el Govern vuelve a regirse por la normativa anterior.
‘Collet' explica que desconoce el debate político que hubo en su día entre los socios del Govern porque todavía no era diputado de Més. Ahora, advierte, los ecosoberanistas estudiarán si es necesario volver a revisar esta cuestión y aplicar de nuevo una moratoria a los casos excepcionados.
Por otra parte, a Més per Mallorca le interesa saber si existe un control o vigilancia de aquellos profesionales a quienes, mientras estuvo en vigor el decreto, se les dio dos años para presentar el requisito de la lengua. Además, este partido interrogará al PSIB sobre «si la excepción se está convirtiendo en la norma». En definitiva, Més defiende que «el paciente se pueda dirigir al profesional en su lengua», subraya ‘Collet'.
En este mismo sentido se pronunció el PI con un discurso más beligerante. El portavoz parlamentario, Josep Melià, reclamó al Govern «que garantice de una vez por todas el conocimiento lingüístico para que «todos los sanitarios puedan interactuar en las dos lenguas oficiales de Balears». En este aspecto, «no entendemos que el Ejecutivo de Armengol no tenga ninguna normativa prevista que garantice los derechos lingüísticos de los usuarios de la sanidad y que, tras un año (tras la derogación del decreto) no se haya hecho nada al respecto», añadió Melià. «No puede ser que esto pase con un Govern de izquierdas que, teóricamente, es sensible a la lengua».
Un mérito para todos
El PP defiende que la lengua «no puede ser una barrera» y solicita que el conocimiento del catalán sea un mérito y no un requisito para todo aquel que quiera acceder a la sanidad pública. «Hace años que las plantillas son deficitarias, una barrera así imposibilita traer a profesionales de la Península, no lo decimos nosotros, lo dicen os sindicatos Simebal y SATSE», advierte la diputada Tania Marí.
Por último, la portavoz de Ciudadanos en Balears, Patricia Guasp, también cree necesario establecer un marco legal para acabar con esta inseguridad jurídica que genera la incertidumbre actual.
6 comentarios
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Si no fuese patético hasta haría reír. Con la de problemas que tenemos en Sanidad y preocupándonos de PARIDAS, pues eso es exactamente lo que es exigírle catalan a un médico…… a partir de ahora ni “ Bon Dia” no vaya a ser que se crean que saludo en catalán…….. de pena.
Me dá exactamente igual si lo exijen como si no. Siempre habrá Médicos Sudamericanos que vendrán, se sacarán el B2 y te verán en el quirófano.
A estos talibanes les preocupa el catalán ¿y no les preocupa que la falta de oncologos en Ibiza obliguen a visitas virtuales a los pacientes? Y se van dos de los 4 oncologos, se jubila 1 y queda 1. ¿Y os preocupa el catalán? Facinerosos y cobrando de nuestros impuestos estos impresentables.
Sa veu que aquesta gent que tan imposa es Català davant un bon servei sanitari, no s’ha posat malament. A lo millor rallant un bon Català l’hi curen un bon “Càncer” o es d’hi ajuda a parir un part de risc… Som d’es qui degitge un bon sanitari, sigui d’on sigui, abans de que me tracti una diagnosi greu un filòleg de Català.
Supongo que nuestros abuelos lucharon para que tuviéramos unos derechos que ellos no disfrutaron, entre ellos los sanitarios, y que hoy, en el año 2022, nos preguntemos si el demostrar que hablas catalán correctamente en una parte de ESPAÑA es un mérito en tu carrera sanitaria es sinónimo de la involución que tenemos. Eso sí, para recibir fondos estatales o europeos saben bien hablar el castellano.
No hay ningún menorquin qué no sepa hablar en castellano, dejar de hacer el paripé. Con la salud no se juega.