Los empleados públicos de Baleares protagonizaron numerosas protestas durante la legislatura de José Ramón Bauzá y de Mariano Rajoy por los recortes en sus sueldos. Las protestas pueden repetirse ahora de nuevo.

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Los trabajadores públicos de Baleares alertaron este lunes al Govern de Francina Armengol de que les tendrá enfrente si persiste en la idea de congelar el suelo de los empleados públicos en el año 2021, como figura en el proyecto de Presupuestos para el año que viene aprobado este lunes. La congelación implica que el Govern no subirá a sus trabajadores el 0,9 por ciento que ha anunciado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para todos los funcionarios.

Los sindicatos están indignados porque llueve sobre mojado después de que el Govern ya les haya avisado de que tampoco les subirá el sueldo en 2020, por lo que además pierden un aumento del dos por ciento. El Govern señala que su prioridad es crear nuevas plazas en sanidad, educación y trabajo, razón por la que el coste de personal subirá un seis por ciento en 2021.

Protestas y movilizaciones

Sindicatos de la función pública, de sanidad y de educación mostraron ayer su indignación ante el anuncio del Govern. El secretario general de la federación de empleados de servicios públicos de la UGT en Balears, Miguel Ángel Romero, acusó al Govern de hacer «trile» y amenazó con emprender movilizaciones si no se rectifica.

«Nosotros hemos trasladado al Govern que estamos dispuestos a calendarizar, a aplazar todo, pero no estamos dispuestos a que se haga ‘el trile' con lo salarios», señaló. Consideró «indignante» que el Govern aumente el dos por ciento de las retribuciones básicas, pero luego reste una cantidad equivalente de las que paga la Comunitat, lo que ‘de facto' es una congelación. También criticó que el Govern se haya limitado a dar cuenta de sus decisiones en las dos mesas de empleados públicos que se han organizado, una en agosto y otra la semana pasada, sin escuchar la opinión de los representantes de los trabajadores.

«Pedimos al Govern que rectifique, hay tiempo y ofrecemos toda la capacidad de empatía, negociación y buena fe y voluntad para alcanzar un acuerdo de calendarización», insistió, si bien reiteró que habrá movilizaciones si no se rectifica. La más inmediata podría ser una concentración ante el Consolat de la Mar el 16 de noviembre.

Miguel Lázaro, en representación del Sindicato Médico de Baleares (Simebal) se sumó a las críticas. «El Govern nos está haciendo ‘mobbing' institucional», opinó. Criticó que, durante todos estos años, el equipo de Francina Armengol «se haya llenado la boca» con que no habrá recortes y ahora los practican con los empleados públicos. «Este es un doble recorte hecho con alevosía y premeditación», señaló en referencia a la doble congelación salarial de los años 2020 y 2021.

«El colectivo médico no se merece este maltrato porque estamos demostrando una enorme capacidad de trabajo», afirmó. Lázaro aseguró que habrá unidad de acción en las protestas y movilizaciones con el resto de empleados públicos «porque se merecen la confrontación».

Como Romero, Lázaro se mostró convencido de que se podía haber llegado a acuerdos en la mesa de empleados públicos y aseguró que entre el colectivo médico y el sanitario en general hay un «enorme hastío» por el hecho de que existan «agravios», como el plus de 22.000 euros que cobrarán los altos cargos de otras islas que tengan que venir a trabajar a Mallorca.

El sindicato FSIE-Illes Balears, que agrupa a trabajadores de la educación concertada, se sumó a las críticas de UGT y Simebal y mostró su «consternación y enfado» ante la nueva congelación salarial. Recuerda que Baleares es la única comunidad autónoma en la que se aplica esta medida este año.