Tras reunirse con la presidenta del Govern, Francina Armengol, Huguet ha detallado a los periodistas que en principio se ha hablado de construir una pero que preferiría que fuesen dos, una en Palma y otra en el campus universitario.
La de Palma se construiría conjuntamente con el Ayuntamiento, ya que el alcalde «fue el primero que cogió esta bandera de necesidad de una residencia», ha destacado Huguet, quien ha añadido que ya tiene concertada un encuentro con él en septiembre.
La del campus, que se situaría cerca del campo deportivo, tendría que hacerse por parte de un inversor privado, «porque no se puede computar deuda a nivel de comunidad autónoma». «Estamos en vías de poder tener una solución que sería buena para la universidad, con un inversor que en 35 años pudiese recuperar la inversión y nosotros hacer la explotación», ha explicado.
Otra posibilidad sería construir una de ellas en La Real, en el segundo piso de un edificio que hace años se usaba para acoger a personas inmigrantes, según ha detallado.
Esta opción serviría para dar servicio a las necesidades de estudiantes e investigadores vinculados a la facultad de Medicina y contaría con 50 plazas.
No obstante, Huguet ha remarcado que aunque existen empresas que construyen residencias y las explotan, prefiere que sea la propia universidad la que gestione las residencias para poder ofrecer unos precios asequibles.
En esta línea, el rector ha concretado que la residencia actual cuenta con 97 plazas y que hace cuatro años la ocupación era solo de un 70 %, cuando actualmente la demanda es de casi un 200 %. «Este año casi el 90 % de las personas ha mantenido la plaza, la gentrificación afecta al tema de encontrar pisos para estudiantes», ha indicado y ha añadido que la UIB prefiere que se construyan dos residencias más con un total de 100-120 plazas cada una.
Huguet ha remarcado que al centro educativo le gustaría poder contar con una quincena de habitaciones para personas que viajan a Baleares para realizar su tesis y para investigadores y gente de Erasmus. «Unas habitaciones que estén bien sin llegar a ser como las de los hoteles», ha subrayado.
Otro de los temas que ha tratado con la presidenta, ha sido convertir a la UIB en un «centro de inteligencia artificial que abastezca a todos los campos de explotación económica a nivel empresarial». El rector ha destacado que sería «interesante» que la presidenta encabezara este proyecto de inteligencia artificial y «que fuese un elemento clave para estos cuatro años de su legislatura».
Por otra parte, ha comentado la voluntad de la UIB de aumentar la oferta de nuevos estudios universitarios en los próximos cursos. «Sería bueno» que para el curso 2020-2021 se pudieran ofrecer los estudios de Farmacia y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, ya que «son las carreras con las que más gente de las islas se va a estudiar fuera», ha explicado.
Además, se ha hablado de la posibilidad de ofrecer un Máster en Periodismo, en lugar de un grado, para «que sea más versátil y haya gente de diversas ramas que puedan acceder» a él.
Finalmente, el rector ha detallado que han hablado de ampliar el eje de investigación e intentar potenciar la nueva ley de ciencia, de que la UIB sea un instrumento que juegue un «papel clave» en el «futuro económico, social y cultural de estas islas» y de continuar con el proyecto de creación de una biblioteca central.
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