La crisis se cebó en familias con ingresos medios y bajos. - Archivo

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El número de perceptores de prestaciones por desocupación aumentó el año pasado en Balears un 45 por ciento respecto a 2008, año que también registró un incremento del 32,4 por ciento. En total, el Centre de Recerca Econòmica (CRE), cifra el número de beneficiarios en unas 65.248 personas. Esta tendencia al alza se extendió también entre las presentaciones de carácter contributivo -con un aumento del 36,4 por ciento hasta alcanzar los 41.852 perceptores- y muy especialmente entre las de carácter asistencial.

Según el CRE, el efecto derivado de la pérdida de ocupación (-6,5 por ciento) se hizo patente el año pasado especialmente entre las familias de ingresos medios y bajos, y entre los colectivos menos cualificados y vulnerables, lo que derivó en una mayor presión sobre los mecanismos de prestaciones sociales. De hecho, la modalidad asistencial triplicó el número de usuarios y amplió los perfiles poblacionales. El aumento del número de personas en situación de necesidad extrema, a consecuencia de la ampliación del número de parados de larga duración (62,7 por ciento respecto al 13,6 de 2008) y otras carencias económicas, explica según el Centre de Recerca Econòmica el crecimiento extraordinario del número de beneficiarios de prestaciones por desocupación de carácter asistencial (63,2 por ciento), porcentaje que triplica con creces el crecimiento del año anterior (19,2 por ciento) y que sitúa la cifra de perceptores en 22.591 personas.

Asimismo, 23.242 personas se beneficiaron del impulso estatal destinado a la ampliación de los subsidios existentes en respuesta a la extinción de la prestación de desempleo. Adicionalmente, 841 personas percibieron la renta activa de inserción, cifra que casi duplicó (91 por ciento con respecto al 29 por ciento de 2008) la registrada el pasado ejercicio.

Con todo, la tasa de cobertura de los beneficiarios de prestación por desocupación se situó en el 90,5 por ciento, el nivel más bajo de los últimos 14 años, lo que responde fundamentalmente al hecho de que el aumento de personas en situación de desocupación (51,6 por ciento) superó con creces el incremento del número de beneficiarios de algún tipo de prestación (45,2 por ciento).