Nadal. El conseller de Turismo concentró ayer la expectación de los medios de comunicación

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Marga Vives Palma
El conseller de Turismo, y presidente de Unió Mallorquina, Miquel Nadal, conservará sus cargos políticos e institucionales porque así se lo ha pedido su partido. Sin embargo ayer reveló que tras su imputación judicial siente el impulso de abandonar la política. Nadal aseguró que el presidente del Govern, Francesc Antich, no le ha pedido que dimita.

La portavoz del Ejecutivo, Joana Barceló, reconoció que los casos de corrupción y la imputación de cargos públicos en procesos judiciales son "un elemento de preocupación" para la imagen externa de Balears, aunque pidió tranquilidad en espera de lo que la Justicia resuelva finalmente.

El líder del Bloc, Biel Barceló, respaldó la decisión del Govern pero consideró que la situación "es muy complicada" y exige "decisiones valientes por parte de todos" para solucionarla con rapidez.

La imputación del conseller "uemita" provocó ayer una expectación máxima en el Parlament, donde el pleno semanal discurrió ajeno a la sucesión de declaraciones que se produjo en los pasillos de la Cámara.

El nacionalista Barceló constató la dificultad de UM "para romper con su pasado" y con los casos de corrupción con los que se vincula a algunos de sus altos cargos en la anterior legislatura. El propio Nadal confesó su deseo de "dar paso a gente que no tenga un pasado tan vinculado a esa etapa".

La diputada del PSIB-PSOE Rosamaria Alberdi consideró que la imputación del conseller de Turismo "no afectará al Govern ni a la aplicación de las políticas que tiene previsto llevar adelante".

Por su parte el secretario general del PP, Guillem Estarellas, denunció la "estrategia sospechosa" que, desde su punto de vista, sigue la Fiscalía Anticorrupción, al coincidir el caso de corrupción destapado, la denominada "operación Peaje", así como las imputaciones de Nadal y del conseller insular de Obras Públicas del Consell de Mallorca, Antoni Pascual -éste último, por presunta corrupción de funcionarios públicos-, con "una de las peores crisis" del Pacte de Progrés, en torno al proyecto de Son Baco. El PP no pedirá por ahora la dimisión de estos dos dirigentes de UM.

El lunes, tras recibir la citación para declarar en relación a la querella sobre Can Domenge, Miquel Nadal puso sus cargos a disposición de la Ejecutiva de UM, que rechazó su cese. Nadal repetirá este gesto en la próxima reunión del Consell Polític del partido, aunque desde el partido advierten de que no le permitirán "abandonar el barco".

UM se siente atacado
Nadal afirmó ayer que Unió Mallorquina "se siente atacada y presionada" por la situación actual y reiteró su sorpresa por haber recibido la noticia de su imputación el mismo día en que el partido celebraba una reunión en la que debía refrendar la decisión de impulsar la enmienda sobre el campo de golf de Son Baco en Campos en el Parlament.

El conseller de Turismo defendió su actuación como vicepresidente del Consell de Mallorca la pasada legislatura y la tildó de "impecable", y aseguró que no se siente muy preocupado aunque sí incómodo tras su imputación. Su familia le ha pedido que se retire de la política activa; "si no lo hago es porque mis compañeros de partido me han pedido que no lo haga", declaró a los numerosos medios de comunicación congregados en el Salón de los Pasos Perdidos del Parlament.