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El sector turístico se destaca por el uso considerable de Recursos Naturales en el destino (suelo, flora, fauna, paisaje). Se destaca también por el uso intensivo del factor trabajo, ya que el servicio al cliente está muy unido a la mano de obra. El turismo implica también un uso intensivo del tiempo, ya que el turismo es experiencia y por tanto consume tiempo. Los turistas también se desplazan al destino que es donde se fabrican esos servicios. No le mandamos los servicios a su casa de Alemania o Inglaterra, sino que tienen que venir al destino que elijan y de forma simultánea se crea el servicio y lo consumen. Pues bien, Eivissa y Balears son la fábrica donde se producen y se consumen esos servicios, pero también es donde reside la población. Lograr la compatibilidad entre la producción de los servicios en las islas, el medio natural y la gente que vive en ella es un reto que hay que enfrentar. El turismo hace uso de bienes libres como el sol, el paisaje, el aire marino, bienes públicos como las carreteras o las playas y bienes económicos que tienen que pagar como el restaurante, el apartamento o el hotel. La industria turística es un sector importantísimo en España y en el mundo. Fabrica servicios que generan renta, empleo y bienestar a la población, pero también tiene un coste extra en la degradación y saturación del medio natural y en la vida de los residentes. Hay que lograr que aumente la renta y el empleo de la población, que se mantenga el medio físico y medioambiental y conseguir que la población no sufra las consecuencias de la saturación.

Hay muchos destinos que, como las Illes Balears, están superando su capacidad de admisión, dado el extraordinario flujo de población española y de toda Europa que se dirige a las islas y a la costa mediterránea, especialmente en verano. Este crecimiento vacacional está ejerciendo una fuerte presión sobre el medio ambiente y la población residente, generando una escasez de espacio en multitud de escenarios, compitiendo residentes con no residentes para alojarse, para circular, para disfrutar de las playas y para convivir. El mercado no está valorando todos los costes pues no tiene en cuenta las externalidades negativas que está generando.