2.- La sostenibilidad es el eje que más inquieta a los ciudadanos de Mallorca. ¿Qué medidas pueden implementarse para convertir la Isla en un modelo a imitar? ¿Estamos en el camino?
Estamos dando pasos en esta dirección aunque aún queda camino por recorrer. Para seguir avanzando, debemos seguir impulsando un modelo turístico circular. Un turismo que base su visión en la economía circular y la sostenibilidad crea riqueza y empleo mientras cuida del entorno y de quienes lo habitan. Es clave encontrar la fórmula para atraer un turismo de calidad que genere valor y que contribuya al desarrollo social y económico de la comunidad local, mejorando la convivencia entre el residente y el turista. Es necesario el esfuerzo conjunto y el diálogo para alcanzar acuerdos que generen sostenibilidad y mantengan el desarrollo sano de nuestra tierra cuidando del medio ambiente y de las personas.
3.- Una importante masa crítica de los encuestados se muestra favorable al progreso, pero matiza que no a toda costa ¿Qué le sugiere esta idea?
El auténtico progreso es el que genera riqueza de una forma sostenible e inclusiva, beneficiando con su acción a toda la sociedad. En nuestro caso, debemos hablar de turismo no únicamente bajo un prisma de cantidad y volumen, sino de generación de valor y de progreso social. Es evidente que el turismo tiene un impacto positivo. Nosotros siempre defenderemos un modelo turístico responsable.
4.- La robótica y la inteligencia artificial se abrirán camino en los próximos años, pero nadie se atreve a asegurar si será para bien o para mal. ¿Cuál es su opinión?
La inteligencia artificial es una poderosa herramienta que nos permite hacer uso de los datos y conocer mejor la realidad para tomar las decisiones adecuadas. La robótica, por su parte, nos puede ayudar a automatizar tareas que nos resultan tediosas, o que necesitan una precisión que no está al alcance de nuestra capacidad física.
5.- La saturación turística se perfila como el gran reto del futuro a 25 años. ¿Deben establecerse límites? ¿Cuáles? ¿Cómo?
Hablar de turismo en Balears es hablar de uno de los grandes motores económicos de las islas. Lo importante es saber gestionar el éxito, hacer balance y autocrítica de dónde estamos, y sobre todo, definir el modelo turístico que queremos impulsar y dejar para las siguientes generaciones. La saturación turística requiere estudio, reflexión, diálogo y acción concreta. Todos los actores implicados tenemos que afrontar esta cuestión para construir un turismo sostenible y positivo. Hay desde luego un primer límite evidente en el respeto a la legalidad establecida. No podemos saltarnos las regulaciones y crear un turismo al margen de la ley.
6.- Regulación e integración son las soluciones que aportan los encuestados para la
inmigración…
Ambos conceptos son esenciales. Regulación para poder ordenar la llegada de personas asegurando su futuro y el de las regiones que los reciben. Integración, que no supone homogeneización o destrucción de las propias raíces, sino aceptación de las instituciones y de las reglas del juego de las regiones receptoras. Con regulación e integración la inmigración puede dejar de ser percibida como problema que necesita una solución para convertirse en una riqueza para todos.
7.- Educación, vivienda, burocracia, seguridad jurídica, desindividualización son algunas de las dificultades de la sociedad actual que se proyectan a 2048. ¿Cuál le preocupa más?
Hay dos aspectos que son esenciales. El primero es la educación, como la base para impulsar el progreso equilibrado que queremos. El segundo es el acceso a la vivienda como base para equilibrar la seguridad laboral de nuestros colaboradores y el bienestar de todos, residentes y turistas. En esa dirección podemos y debemos construir.
8.- De la encuesta se percibe un desánimo generalizado a la hora de encontrar soluciones. ¿Cree usted que Mallorca tiene solución a 25 años vista? ¿Qué acción sería prioritaria?
Debemos afrontar el debate con realismo, pero también con optimismo. Es la única manera de seguir avanzando. Balears es un activo lleno de valor para todos. Es nuestra tierra y tenemos la responsabilidad de cuidarla. Por supuesto que Mallorca tiene solución a 25 años vista, siempre y cuando encontremos fórmulas para equilibrar el progreso con una óptica económica, social y medioambiental.
