De «El Económico» de Ultima Hora del pasado 27 de octubre se puede obtener una valiosa información de lo que ha sido el turismo de Balears en 2023 (hasta agosto incluido), con la lectura de un interesante debate vis a vis de responsables políticos y hoteleros, que constataron un éxito que a fin de año puede llegar a ser histórico en términos de afluencia (15,5 millones de llegadas y 17.521 millones de euros en gasto hasta septiembre incluido), superando el nivel pre-pandemia covid. Es positivo observar la gran coincidencia de criterios y valoraciones de los participantes, así como la existencia de cierto optimismo sobre el trabajo que se está realizando para mejorar las externalidades negativas más acuciantes, como: masificación, estacionalidad, oferta ilegal e intrusismo.
Es evidente que en Balears se está avanzando en temas básicos que aseguren un futuro para el turismo, p.e. sostenibilidad, circularidad, calidad, modernización, y eficiencia del uso de recursos naturales. Sin embargo, pesan cada vez más los retos por incertidumbres políticas y climáticas, por ejemplo guerras y fenómenos naturales, así como por las futuras probables limitaciones de tráfico aéreo en aras de reducir la contaminación del aire. Pero en todo caso lo positivo es que está asegurado el deseo imparable de viajar de todos los habitantes del mundo, lo que actualmente según la UNWTO se refleja en la cifra de 960 millones de viajes internacionales que generan un gasto de 1 billón de US$.
Hay otros retos del entorno del marketing turístico que no he visto tan claramente reflejados en el debate citado, p.e. el nivel de innovación del turismo, el estudio de la oferta de países competidores y las estrategias de promoción turística. Sin embargo, es obvio que nuestras cadenas hoteleras tienen esta información dada su expansión internacional, aunque menor en el Mediterráneo. Como muestra de confianza frente a competidores, Balears está abierta a recibir sus responsables turísticos que nos visitan para conocer los «secretos» de nuestro éxito (p.e. China, Bulgaria, etc.). Es notable que, a diferencia de la actividad industrial y manufacturera, en el turismo no se usan patentes, ni copyrights, sólo trademarks donde son frecuentes las franquicias.
Tengo en mis archivos una publicación del Consell Insular de Mallorca de 1979, sobre «Los Mercados Turísticos de la Competencia» (que creo no ha tenido repetición) elaborado in situ por la Agrupación de Cadenas Hoteleras de Balears, en el que se podía comparar lo mejor, similar o peor de nuestra oferta turística (aeropuerto, hoteles, excursiones, restauración, actitud del personal del sector, núcleos urbanos, orden público, paisaje, playas, folklore, satisfacción clientes, repetición viaje, capacidad alojamiento, nivel ocupación, e imagen del producto global) en los siguientes países/resorts: Nápoles (Sorrento), Córcega, Túnez, Corfú, Creta, Rodas, Yugoslavia (Makarska) y Rumania. En 1979 (año del estudio) Balears recibió 3,8 millones de turistas y fueron 17 millones 40 años después en el año récord 2019.
Sería interesante, si ahora se quisiera comparar de nuevo in situ nuestra oferta con la de los destinos competidores más populares del Mediterráneo, dar más importancia a los retos de innovación, movilidad y promoción, pues actualmente los compartimos con muchos de ellos.