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La bolsa española está teniendo un buen comportamiento relativo desde el año pasado, cayendo en 2022 menos que sus homólogos europeos, y subiendo a ritmo similar en este 2023. Realmente es una rareza, este año está funcionando mejor lo que peor lo hizo el año pasado y viceversa. Véase como máximo exponente el Nasdaq americano, peor bolsa en 2022 y mejor en lo que llevamos de este año, entre los índices más representativos.

Sin duda, la banca es el causante de este comportamiento: a pesar del susto vivido con Silicon Valley Bank y Credit Suisse, que se intentó contagiar a Deustsche Bank sin éxito, ha visto cómo la subida de tipos iniciada el año pasado ha hecho que sus cuentas se vean muy beneficiadas, y con ello las cotizaciones. Sin embargo, independientemente de los sustos comentados, la subida de tipos de interés que tanto ha beneficiado a la banca ahora le puede perjudicar: se trata de un sector puramente cíclico, por lo tanto que la economía de las familias y empresas empeore, también les repercutirá.
Dicho de otra forma: si las familias piden menos hipotecas, las impagan, ahorran menos y las empresas no pueden hacer pólizas a tipos altos, tienen menos negocio o incluso cierran puede hacer daño a la banca.

La ralentización económica parece un hecho, más de un año de hiperinflación y subidas de tipos verticales acaban notándose, si a eso sumamos que en los balances de los bancos hay mucha renta fija que ha bajado fuertemente de precio (causa principal de la caída de Silicon Valley Bank, por ejemplo) es normal que el momento para el sector sea crucial.

Los resultados empresariales en España todavía son muy incipientes pero, de momento, las grandes empresas españolas se están viendo beneficiadas y también la banca (en el momento de escribir el artículo todavía no había publicado BBVA) con Banco Santander sorprendiendo positivamente al mercado (aunque éste lo penalizó fuertemente en bolsa), de hecho los ratios de la banca española (y europea) siguen siendo muy atractivos a pesar de las subidas (PER muy bajos y rentabilidades por dividendo muy altas). Otra empresa que ha presentado resultados muy buenos ha sido Iberdrola. Se trata de la empresa de más peso en el IBEX y forma parte del segundo sector más importante, las utilities (servicios públicos) y, por lo tanto, su evolución es muy importante. Estas dos presentaciones tan representativas cobran más importancia porque ambas lo han hecho contabilizando el «impuesto a la banca» y el «impuesto a las eléctricas».

Respecto a las utilities, al contrario de la banca, es un sector defensivo al que el ciclo económico no le afecta; otros son el de las telecomunicaciones, también representado en el selectivo (cada vez menos) y la salud con presencia nula.

El tercer sector en discordia y con ello ya prácticamente queda representado el IBEX es el «consumo cíclico» cuyo peso recae prácticamente en su totalidad en Inditex. La empresa de Amancio Ortega, a pesar de ser cíclica, tiene cierto poder de marca que le podría suavizar su componente cíclico en los malos momentos. El resto está representado por las turísticas, grandes vencedores desde que se iniciara este año y con unas expectativas de negocio más que excelentes.