'Adolescencia', la serie de Netflix que revoluciona los 'episodios botella'

Ante ello, muchos se han preguntado: ¿realmente son planos secuencia todos los episodios? Netflix ha explicado con imágenes de detrás de las escenas que efectivamente los capítulos se rodaron en una sola toma continuada, habiendo repetido la filmación hasta en 16 ocasiones en algunos casos, asumiendo riesgos de tiempo y dinero para contar la historia de un joven acusado de haber matado a una compañera de colegio.

Se trata de una técnica bastante utilizada en cine y en series de televisión, pero que por lo general suele tener 'truco', ya que normalmente, por razones técnicas, se suelen ocultar cortes entre plano y plano que luego, en montaje, se disimulan para que parezca todo una única toma. Pero no es el caso de Adolescencia que sí ha asumido estos riesgos de producción.

Y es que para que un plano de este tipo funcione es necesario que todo el equipo se coordine, que todas y cada una de las pequeñas e importantes circunstancias del rodaje se den a la perfección (iluminación, sonido, etcétera); que los actores no se equivoquen en sus líneas de texto; que no aparezcan imprevistos que rompan el universo en el que se rueda (como, por ejemplo, un avión colándose en el cielo en una película ambientada en la época de los troyanos), y un larguísimo etcétera que hace que este tipo de filmaciones suelan ser técnicamente complicadas y que fácilmente puedan hacer subir los costes de producción en el caso de que haya que repetir las tomas.

Otros ejemplos

¿Qué otros planos secuencia se conocen en el mundo de la televisión? Hay varios y enumerarlos es imposible, pero sí hay algunos que destacan por su calidad, riesgo o nivel experimental. Por ejemplo, uno de los más conocidos es el que vemos en el conocido episodio de Juego de Tronos de la Batalla de los Bastardos, en el noveno de la sexta temporada, en el que seguimos al personaje de Jon Nieve (Kit Harington) en pleno campo de batalla durante varios minutos.

Otra serie de culto, True Detective, en su primera y soberbia temporada protagonizada por Matthew McConaughey y Woody Harrelson, cuenta con una toma de seis minutos sin tampoco corte alguno que es un ejemplo de frenetismo.

Por su parte, el episodio 6 de otra ficción de Netflix, La maldición de Hill House, también incluye un gran plano secuencia de nada menos que 17 minutos, muy cerca de los 18 minutos del episodio séptimo de la primera temporada de The Bear, en la que el equipo del chef interpretado por Jeremy Allen White no para en su frenética cocina durante todo el capítulo.

Otro ejemplo es el episodio 4 de la tercera temporada de Mr. Robot, caracterizada por su enfoque experimental en casi todos sus episodios a nivel narrativo y formal. La ficción de Sam Esmail con Rami Malek como protagonista ofrece en este capítulo un plano secuencia durante todo su episodio, a lo largo de sus 43 minutos de manera ininterrumpida (aunque, eso sí, con cortes ocultos). Mientras que, por poner otro ejemplo y en esta ocasión patrio, la serie de Rodrigo Sorogoyen, Los años nuevos, también cuenta con un plano secuencia de 50 minutos sin corte alguno.

Episodios botella

Por otro lado, Adolescencia también se lleva la palma, aunque de una manera un tanto menos obvia, por revolucionar el concepto (una vez más) de 'episodio botella'. Este es el capítulo que se solía grabar para ahorrar costes. Por ello, solían incluir menos equipo actoral y menos localizaciones (siendo habitual que solo hubiera un único escenario). Son grandes ejemplos de esto el famoso episodio de The Fly, de Breaking Bad, o el del Restaurante Chino de Seinfeld.

No obstante, en Adolescencia esto se da la vuelta ya que convierte el que podría ser un episodio de este tipo, el tercero, que transcurre en su totalidad en una sala en la que el protagonista es entrevista por una terapeuta, en un capítulo de plano secuencia, con las complicaciones que ello conlleva. Y, como dato curioso, se da un pequeño easter egg: hay un momento en el que el niño protagonista, interpretado por Owen Cooper, bosteza, y su interlocutora le espeta: '¿Te estoy aburriendo?', provocando una sonrisa en el actor. Esto es un momento improvisado ya que el bostezo de Cooper es real debido al cansancio acumulado de tantas horas de rodaje.