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Basta con entrar en cualquier transporte público o echar un vistazo a nuestro alrededor para comprobar que la mayoría de la gente mira hacia abajo, en concreto hacia su teléfono móvil.

Pero estas posturas constantes pueden tener consecuencias en nuestra salud más allá de dolores y rigideces musculares. Es lo que sostiene el doctor Solomon Abrahams, un fisioterapeuta británico que asegura que también pueden incrementar el riesgo de demencia.

El análisis de Abrahams, publicado por el Daily Mail, sugiere que la postura que adoptan las personas mientras utilizan sus dispositivos puede reducir el flujo sanguíneo al cerebro, lo que conduce al deterioro cognitivo.

Abrahams ha revisado la investigación sobre el tema y dice que "la evidencia emergente y los ensayos clínicos han indicado las posibles consecuencias para la salud cognitiva y neurológica".

"La presión persistente sobre las arterias al mantener la cabeza en una posición hacia adelante, como muchas personas hacen cuando miran sus teléfonos, puede llevar a una reducción crónica en el diámetro de esas arterias, reduciendo potencialmente la cantidad de sangre que puede llegar al cerebro", asegura Abrahams.

"El alzhéimer se volverá más frecuente a medida que la población envejezca, pero esta investigación apunta a nuestros hábitos diarios de mala postura al mirar fijamente nuestros teléfonos como una posible causa de un aumento en los casos", dice.

Abrahams agregó que "mi consejo es sostener el teléfono en algún lugar donde no necesites inclinarte hacia adelante", y agregó: "Da un paso positivo en la salud de tu columna y cerebro al usar tu teléfono cuando puedas mantener tu cuello en su alineación natural, y cuando uses un ordenador portátil, ajusta tu entorno de trabajo para favorecer una postura saludable".