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La casa del dragón fue muy aclamada durante su primera temporada. Crítica y fandom se pusieron de acuerdo en que esta precuela de Juego de tronos había retenido todo lo que hizo grande a la exitosa ficción de HBO (más centrada en las conspiraciones dinásticas y menos en los atajos narrativos que caracterizaron las últimas temporadas), de forma que el listón estaba comprensiblemente alto de cara a la segunda entrega.

Esta concluyó hace poco su andadura en Max, y el consenso apunta a que ha dejado bastante que desear. El público se ha sentido algo decepcionado con los nuevos episodios de La casa del dragón.

Lo más delicado es que esta sensación se ha extendido al propio George R.R. Martin. El creador original de Canción de hielo y fuego y autor de Fuego y sangre: libro que, al narrar los avatares de la Casa Targaryen, es la principal fuente de La casa del dragón. Martin acostumbraba a estar conforme con el modo en que la serie venía adaptando su obra, pero de cara a la segunda temporada ha habido un severo desacuerdo que ha estallado en el blog personal del escritor, llamado Not a Blog.

Poco después del fin de la segunda temporada, Martin escribió un post demoledor, achacando la tibia recepción de los últimos compases de La casa del dragón a un cambio concreto con respecto a la obra original.

Es un cambio pequeño, pero que según Martin puede tener un «efecto dominó» en el resto de acontecimientos de Fuego y sangre, que La casa del dragón aún debe cubrir en próximas temporadas. Así que el 4 de septiembre Martin escribió una entrada para desahogarse, explicando «todo lo que salió mal» y analizando los errores de la adaptación de Ryan Condal y su equipo de guionistas.

Resulta que en Fuego y sangre el rey Aegon II tiene tres hijos, y no solo dos como muestra la serie. Jaehaerys y Jaehaera Targaryen tienen un hermano, Maelor, que no aparece en La casa del dragón. Lo cual es un problema cuando los dos primeros son asesinados, sin que haya rastro de un tercer hermano muerto.

«Maelor por sí mismo no es esencial…pero si perderle significa perder Puenteamargo, el suicidio de Helaena y las revueltas… bueno, eso es una pérdida considerable», contaba Martin en su texto, sin poder disimular su irritación con Condal. Según él, el showrunner de La casa del dragón le dijo que Maelor terminaría apareciendo, pero ha incumplido su promesa.

Martin dice por su parte que entiende los motivos, pero avisa que esto va a tener consecuencias para la adaptación. «Es más simple, sí, y tiene sentido en relación a los presupuestos y calendarios de rodaje. Pero más simple no siempre es mejor».

Control de daños

Condal, en su día, trató de justificar la ausencia de Maelor. «Todo se remonta a la primera temporada y a tratar de adaptar una historia que transcurra a lo largo de 20 años, en lugar de 30. Por eso hubo que hacer algunos sacrificios en esa trama, para no tener que cambiar de actor varias veces». Algo que no ha conseguido apaciguar los ánimos de Martin, con un llameante post que… ha terminado borrando. Quizá por solicitud expresa de HBO, que seguidamente ha emitido un comunicado defendiendo las decisiones de Condal.

«No existen mayores fans de George R.R. Martin y su libro Fuego y sangre que el equipo creativo de La casa del dragón. Normalmente, cuando se adapta un libro a la pantalla, con su propio formato y limitaciones, al showrunner no le queda más remedio que tomar decisiones difíciles sobre los personajes y las tramas. Creemos que Ryan Condal y su equipo han hecho un trabajo extraordinario y los millones de fans que la serie ha acumulado durante sus dos primeras dos temporadas seguirán disfrutándolo», podemos leer en él.

HBO se ha apresurado a silenciar cualquier muestra disconforme en el seno de su serie, pero más allá de lo que opine Martin la sensación general (justificada por la omisión de Maelor o no), es que esta segunda temporada de La casa del dragón no ha estado a la altura. Ojalá remonte en la ya confirmada tercera temporada.

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