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Las horas a precio cero en el mercado mayorista de la electricidad se han desplomado en verano respecto a los meses anteriores como consecuencia de una mayor demanda por las altas temperaturas y una menor generación renovable. Los ciclos combinados de gas han tenido que incrementar su actividad y encarecen el precio del 'pool' en las franjas de mayor consumo, trasladando en su mayoría las horas cero a los fines de semana en los momentos con más producción solar fotovoltaica.

Atrás quedan, de momento, meses como marzo y abril en los que se registraron 130 y 156 horas a cero euros en el 'pool', respectivamente. En mayo fueron 68 y entre junio, julio y agosto 'sólo' suman 84, según datos de la plataforma del operador del mercado eléctrico Omie recabados por La Información Económica. En total, el mercado mayorista eléctrico español registró 469 horas a cotización cero entre enero y julio. A continuación puede ver una lista detallada mes a mes.

Horas a cero euros en el mercado mayorista eléctrico

  • ​Enero: -
  • Febrero: 31
  • Marzo: 130
  • Abril: 156
  • Mayo: 68
  • Junio: 27
  • Julio: 26
  • Agosto: 31

Hay que matizar que no significa que la electricidad sea gratis porque marque cero en el mercado mayorista. Cuando se consume energía en franjas horarias sin coste dentro una tarifa regulada, la factura nunca va a ser cero. Esto es porque hay que pagar por otros conceptos fijos -los costes regulados- que se siguen aplicando con normalidad. Son, principalmente, la potencia contratada, el peaje de acceso a la red eléctrica, el alquiler de equipos, los incentivos de energías renovables y las retribuciones a Red Eléctrica de España y al Omie.

"El precio de la electricidad está subiendo en verano como consecuencia de un aumento de la demanda por las altas temperaturas. Además, en verano la generación eólica e hidráulica se reduce y esto provoca que los ciclos combinados de gas (más caros) tengan que funcionar más", explica a este medio el analista del Grupo ASE Juan Antonio Martínez. En este sentido, antes de los meses de más calor, el precio de la electricidad volvió a niveles precrisis energética por la fuerte generación renovable, la caída de la demanda, la menor producción de electricidad con gas y los bajos costes de los ciclos combinados. Es decir, totalmente lo contrario.

Abril fue el mes con la luz más barata de la historia

De hecho, el 'pool' registró en marzo durante casi dos semanas una media diaria por debajo de los 10 euros megavatio hora (MWh) y también se batió el precio mínimo del año con 0,54 euros/MWh. En esta línea, España cerró abril con la luz más barata de su historia sumando hasta 156 horas a precio cero. El precio medio fue de 13,67 euros, muy lejos del que se registró en el mismo mes de 2023 (73,73 euros) y de 2022 (191,5 euros). El mercado mayorista continuó así en abril la senda descendente de comienzo de curso: en enero el precio medio fue de 74,1 euros; en febrero, de 40 euros; y en marzo, de 20,28 euros. En mayo se situó en 30,4 euros/MWh y a partir de junio la subida fue mayor, aunque todavía en cotas muy inferiores a las medias que se dieron tras el estallido de la cris al calor de las cotizaciones del gas y de los derechos de emisión de CO2, así como por la posterior invasión de Rusia a Ucrania. En junio la media fue de 56,08 euros/MWh, en julio de 72,31 euros/MWh y en agosto de 91,05 euros/MWh.

En definitiva, si hay buenas condiciones climáticas para una alta penetración de renovables, los precios se derrumban, mientras que cuando sube la demanda, hay menos renovables y tienen que funcionar más los ciclos combinados, las cotizaciones suben. Hay que preguntarse si se está consiguiendo reducir la volatilidad del mercado -en abril también se dio el primer precio negativo en el mercado español-. El Gobierno modificó la metodología de cálculo del Precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) con el objetivo de que el 'pool' no represente exactamente el importe final en el precio de la luz para un consumidor acogido a la tarifa regulada. De este modo, desde el 1 de enero de este año, el PVPC incorpora una cesta de precios a medio y largo plazo para evitar las fuertes oscilaciones, sin perder las referencias de precios a corto plazo que fomentan el ahorro y el consumo eficiente.

El precio de la energía en la tarifa regulada ha pasado a ser una suma entre los resultados de la subasta del mercado diario y el mercado de futuros -más estable-. Este mecanismo no busca bajar el precio de la electricidad, sino dotarlo de una mayor estabilidad. La idea es que, al incorporar el mercado a plazos, en caso de haber grandes fluctuaciones en el precio de la electricidad fijado en la subasta diaria - tanto si son al alza como a la baja- se consiga aplanar la curva. Sin embargo, como dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos, y el 'nuevo' PVPC limita que el precio del kilovatio hora caiga cuando hay horas en las que el coste de la electricidad se desploma y, por tanto, impide un mayor ahorro.

La duda que surge es si interesa más estar en el mercado regulado o contratar una tarifa liberalizada. Pues la respuesta parece clara, la clave está en la discriminación horaria y en trasladar el consumo a las franjas más baratas. De hecho, el 48% del consumo doméstico tiene contratado un precio eléctrico diferente en función de la hora (mayoritariamente en el mercado regulado) o del tramo horario, por lo que podría ahorrar adaptando su consumo a los periodos más baratos. Tal es así que un consumidor en Precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) que traslade su consumo a horas con precios más baratos -suelen ser las centrales del día- puede conseguir un ahorro anual en la factura de entre un 8% y un 11%, según la estimación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Asimismo, desde la oficina digital Roams -que ayuda al consumidor a ahorrar en varios sectores como el de la energía- señalan que las tarifas "punteras" del mercado libre también permiten ahorrar hasta un 13% en el consumo de luz.