El motivo, ha confesado, es que sufre una ansiedad crónica derivada precisamente de su situación con el también concursante de Gran Hermano: "He vivido durante 16 años con una persona en una relación así. Es una constante en la que los nervios no salen indemnes".
Y es que, como ha contado, hace tan solo unos días cuando detuvieron a Navarro, volvió a sufrir una nueva crisis nerviosa, por lo que ha decidido no acudir a Madrid: "Siempre me vuelvo a levantar y recupero fuerzas".
"Sé que esta persona está donde tenía que estar desde hace 19 meses. Por desgracia no estoy muchísimo más tranquila", ha afirmado. Según ha contado, se enteró de su detención de madrugada, cuando le llamó un agente policial: "Me llaman a primera hora de la mañana, a las 5:30 horas, no había amanecido aún. Cuando suena el teléfono a esas horas todo el mundo se asusta".
"Me emociono muchísimo", ha comentado sobre el momento de conocer la noticia: "Es como si tuviese una piedra muy pesada en la boca del estómago y me la quitan. Fue una mezcla de alivio, pero toda esa presión que he tenido durante este tiempo se liberó de golpe. A posteriori tuve problemas de ansiedad".
"No es un final"
Además, pese a ello, la colaboradora de televisión ha confesado que cree que esta historia seguirá adelante: "No tengo la sensación de que esto es el final. Va a seguir atacándome. Esta persona siendo fugitiva de la ley le ponían un micro delante. Ahora quizás se sienta con más autoridad de hablar sobre mí. No me equivoqué. Esto no termina aquí".
"Se acaba de ir el miedo. Cuando a él le cogen y se hace pública la noticia, recibo muchísimo cariño. No tengo palabras para agradecer a toda esa gente. Una de las cosas que me dicen es que soy libre y puedo estar tranquila. Es verdad, estoy aliviada, pero no puedo estar tranquila", ha añadido sobre la situación personal que está viviendo en estos momentos.
Asimismo, la canaria ha reincidido en que está condenado por un juez: "La ley ha dictado sentencia. Esta persona es culpable. Cualquier ataque hacia mi persona es mentira. Lo ha dicho un tribunal".
"Sus tentáculos son alargados. Ha hecho uso de ellos porque se lo han permitido. Las personas que le dan cobertura están dando complicidad a una persona que ha maltratado a una persona durante muchos años. Por supuesto que pienso que estas personas tienen que pagar. Si ayudas a un fugitivo a esconderse y no te pasa nada, me parece peligroso", ha declarado.
Además, Fayna ha insistido en que quiere apoyar a todas las mujeres que están en una situación parecida a la suya: "No quiero irme sin dejar claro que soy la cara visible de todas esas mujeres que están pasando por una situación terrible. Viven con el miedo de que su maltratador está libre. Eso quiero cambiarlo. Voy a hacer todo lo posible legalmente para poder cambiar esto".
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