Este sábado se cumple un año desde que el exfutbolista Dani Alves ingresó en prisión acusado de violar a una joven de 23 años en los baños de la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022. Desde entonces, el que fue jugador del FC Barcelona ha dado varias versiones sobre lo ocurrido aquel día.
El brasileño ha contado un total de cinco relatos diferentes sobre lo que vivió esa noche en la discoteca catalana, mientras que la víctima ha mantenido su versión durante todo este año, lo que ha hecho que el futuro de Dani Alves esté unido a la cárcel durante mucho tiempo lo más probable, sobre todo también por las pruebas que la investigación ha ido obteniendo con cámaras de seguridad, grabaciones de voz y demás.
El futbolista, que se enfrentará al juicio los próximos 5, 6 y 7 de febrero, comenzó diciendo que se encontró con la joven por casualidad y finalmente, tras cambiar por el camino, ha terminado recurriendo a que iba en estado de embriaguez.
Primera versión: no conoce a la víctima
Al salir a la luz la noticia solo se conoce que el futbolista y la joven se encontraron en el baño de la discoteca, según mostraban las imágenes de las cámaras de seguridad. Para desacreditar la versión de la víctima, Dani Alves manda un vídeo a Y ahora Sonsoles.
En él asegura que se encontró con la chica por casualidad cuando llegó al baño, que presuntamente estaba ocupado por esta, a quien no conocía, alegando que él no tenía motivos para saber que había alguien dentro. "No sé ni su nombre ni la vi nunca más en mi vida", aseguró Alves.
Segunda versión: no pasó nada en ese baño
Al conocer que había pruebas que le vinculaban a la joven en el baño de la discoteca, Dani Alves cambia de versión por primera vez. Asegura que fue al baño y después entró la joven, con la que no pasó nada. Reconoce que estuvieron juntos en el lavabo, pero afirma que él hizo sus necesidades mientras ella se quedó a su lado y que no hubo tocamientos.
Tercera versión: hubo sexo oral
En ese segundo relato el brasileño quiere dejar claro que la víctima no hacía nada en esos momentos, pero todo se va al traste cuando se confirma que había muestras de semen del futbolista en ese baño.
Ante este giro de guion, Alves cae en otra contradicción. Reconoce que la chica le hico una supuesta felación. Para excusarse de sus cambios de versión alega que no lo confesó para ocultar la infidelidad a su mujer, Joana Santos.
Cuarta versión: el sexo fue consentido
Aparece una nueva prueba más que ratifica la denuncia de la joven: había restos biológicos del jugador en su cuerpo. Por lo tanto, Dani Alves se ve obligado otra vez a cambiar de versión.
En su cuarto relato reconoce que sí que hubo sexo con penetración, pero asegura que fue de forma consentida. Según él, no lo contó anteriormente con el objetivo de "proteger el honor de la víctima".
Quinta versión: iba borracho
Hace unos días se dio a conocer el último cambio de versión que ha hecho el futbolista. Alves y su defensa recurren ahora al alcohol como atenuante, asegurando que no era consciente de sus actos.
El jugador quiere corroborarlo con el tíquet de las consumiciones alcohólicas que adquirió en la discoteca y con la llamada que hizo a su mujer mientras precisamente iba borracho.
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Payaso. Además de tonto. Y borracho, ya ya.