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Con las obras ya terminadas, toca disfrutar de casa nueva. Rafa Nadal ha compartido este jueves una imagen en redes sociales nadando en una gran piscina infinity, con unas espectaculares vistas al port de Porto Cristo de fondo. «Working» -trabajando-, escribe en la descripción de la imagen, con la canción It's My Life, de Bon Jovi.

El tenista manacorí adquirió los terrenos de su nueva casa hace una década, que incluía un chalet típico mallorquín de piedra y otras construcciones menores que sumaban más de 1.000 metros cuadrados. El conjunto pertenecía a los herederos de una de las dueñas de las Cuevas del Drach. Se trata de una zona con un gran valor sentimental y familiar para Rafa Nadal, y en estos diez años, se ha echado todo abajo para cumplir las necesidades de Nadal y sus familia.

La casa, situada en un terreno de 7.000 metros cuadrados en la parte más alta de Porto Cristo, está formada por cuatro volúmenes edificados, jardín y piscina. Pero lo más destacable pueden ser las vistas de esta mansión, con una impresionante panorámica del puerto de Porto Cristo desde donde podrá 'vigilar' su ya famoso catamarán de 24 metros de eslora, que ya estrenó el año pasado.

El complejo se compone de dos cuerpos de edificios interconectados, de dos alturas, y un sótano. Ambos están rematados con una cubierta a cuatro aguas, que se extiende generosamente para proteger las amplias terrazas de la primera y segunda planta. Las obras comenzaron poco después de su boda, en octubre de 2019, y tras algunos parones en la construcción que despertaron toda clase de rumores, la nueva casa de Rafa Nadal se acabó al principio de este verano. Y, dadas las imágenes compartidas, la están disfrutando.