El hospital ha informado este viernes en un comunicado de que fueron los médicos de su Servicio de Radiodiagnóstico los encargados de realizar una trombectomía al niño, cuya evolución ha sido favorable y fue dado de alta a finales de febrero.
El lactante, ha explicado el 12 de Octubre, llegó a las urgencias infantiles a primeros de febrero con síntomas compatibles con crisis epiléptica y hemiparesia -escasa movilidad de brazo y pierna derechos-, por lo que fue activado el Código Ictus.
Tras la valoración y persistencia de los síntomas, y después de diversas pruebas diagnósticas, los médicos decidieron realizar una resonancia magnética craneal para detectar posibles hemorragias internas, localizar tejido cerebral infartado y hacer una valoración de las arterias cerebrales.
La prueba -efectuada en cinco minutos- dio como resultado el diagnóstico de un infarto cerebral producido por un trombo en la arteria media izquierda en su parte inicial.
«Esta arteria irriga sangre a la mayor parte de los hemisferios cerebrales, en cuyo lado izquierdo se localizan las áreas responsables del lenguaje, por lo que las consecuencias de su taponamiento por un trombo pueden ser potencialmente más graves que si ocurre en el lado derecho», explica el hospital.
Además, los médicos determinaron que la zona irrigada por la arteria no estaba infartada por completo, dado el escaso intervalo de tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas y la realización de la prueba.
Ante el diagnóstico, «y a pesar de tratarse de un bebé de pocos meses, con las limitaciones técnicas de material y uso de contraste por su pequeño tamaño y peso, se optó por iniciar un procedimiento para abrir la arteria, dadas las graves secuelas motoras, cognitivas y del lenguaje que podrían llegar a ocurrir si no se actuaba con rapidez».
Así, el procedimiento de apertura se realizó a través de la arteria femoral situada en la ingle, trasladando por su interior un catéter hasta las arterias del cerebro, utilizando un stent-retriever (especie de sacacorchos muy pequeño) y un catéter de aspiración distal.
«En solo dos intentos la arteria quedó desbloqueada», subraya el 12 de Octubre, que añade que aunque el procedimiento concluyó con éxito, el paciente fue ingresado en cuidados intensivos pediátricos para su vigilancia, área en la que estuvo solo 48 horas, ya que permaneció estable y evolucionó muy favorablemente, mejorando incluso la hemiparesia.
El día siguiente al procedimiento se realizó una segunda resonancia magnética de control «con hallazgos muy favorables, ya que el infarto no había progresado y la arteria se había abierto, aunque con un flujo sanguíneo menor de lo habitual».
Dado su estado favorable, el bebé fue trasladado a planta, donde prosiguió su buena evolución hasta recibir el alta definitiva para poder ser trasladado a su domicilio, a mediados de febrero.
El paciente continúa con seguimiento ambulatorio por Neurología Pediátrica y tratamiento con terapeuta ocupacional, explica el Hospital 12 de Octubre.
Se trata, según el centro sanitario madrileño, del primer tratamiento de este tipo en un niño de tan corta edad, ya que no existen antecedentes publicados en la literatura científica nacional e internacional sobre un caso similar.
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