También almorzó en el mismo lugar el tío del tenista Miquel Àngel Nadal, junto a su pareja; se acercaron a saludar al grupo y, acto seguido, se sentaron en la terraza del restaurante. Tras una comida relajada y una larga sobremesa, y tras rechazar hacerse una foto de grupo, los integrantes de la familia fueron saliendo por separado hasta reunirse de nuevo en el coche. Todos menos Rafael Nadal, que prolongó la sobremesa en la mesa de su tío.
■ Así ha sido la despedida de soltero de Rafa Nadal en Palma
Alrededor de las 17 horas, Rafa Nadal decidió abandonar el local. De camino a su coche, con una voz más ronca de lo habitual, declaró: «No os voy a contar nada porque, ¿sabéis qué pasa? Que vosotros hacéis un documental continuamente. A mí todo este rollo no me gusta, yo me dedico a lo mío».
Con una sonrisa, pero en tono firme, el tenista mostró su sorpresa por el revuelo que está ocasionando la proximidad de su boda con Maria Francisca Perelló, y agradeció las felicitaciones de los presentes.
No quiso responder a la pregunta de qué le había pasado en la voz, pregunta obligada ya que su afonía era más que evidente. Sin embargo, la respuesta radica en la noche anterior. Rafael y sus amigos, un grupo de 16 jóvenes exactamente, celebraron la despedida de soltero del tenista en Palma.
■ Rafa Nadal y Maria Francisca Perelló: último fin de semana de solteros
Tardeo
Uno de los lugares en los que disfrutaron del ambiente de ‘tardeo' fue el Social Club Mallorca, situado en el Passeig Marítim. Allí llegaron sobre las 18.30 horas, permaneciendo en el lugar hasta las 23.30. Ocuparon la zona VIP, que habían reservado días antes por teléfono, donde pudieron permanecer más tranquilos, aunque su presencia no pasó del todo inadvertida. Se le pudo ver disfrutando de la música y de la ‘marcha' del local, y Rafael Nadal bailó buena parte del tiempo que estuvo allí. Las bromas entre los amigos fueron constantes y durante un rato consistieron en pasarse de uno a otro unas gafas de sol con cristal blanco y probárselas entre constantes carcajadas.
El tenista fue abordado en más de una ocasión por otros clientes cuando se dirigía a los servicios. Aceptó en todo momento y de buen grado hacerse una fotografía con quien se lo pidió, y dio las gracias amablemente cada vez que alguien le felicitaba por su boda, como comenta José Miguel Babón, uno de los encargados de las reservas VIP del local. Fue el caso de Cósima Cabrera, azafata de una compañía aérea y modelo, quien se acercó al tenista para pedirle una fotografía, ya que su madre es una gran seguidora.
Por su parte, Maria Francisca Perelló también eligió el ‘tardeo' de Palma para disfrutar de su último sábado de soltera. Acompañada por sus amigas, entre las que se encontraba su casi cuñada, Maria Isabel Nadal, almorzó en la Vermuteria La Rosa, donde compartieron raciones de gildas, queso, tortilla de patata, croquetas, pata de pulpo a la brasa, calamares y carnes. Tras la comida, llegó el momento de las copas. Santa Catalina fue la zona elegida, y una de las paradas la realizaron en Luna.
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