Ante los embajadores españoles, reunidos esta semana en el Ministerio de Exteriores, el jefe del Ejecutivo ha destacado la necesidad de reforzar las relaciones bilaterales con regiones y países claves en un mundo sin bloques y ha apuntado en primer lugar a Estados Unidos. En un contexto global complejo y a pocos días del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, ha asegurado que España quiere profundizar en sus relaciones con Estados Unidos.
Y sin citar a Trump y sus aspiraciones sobre territorios como Groenlandia, ha abogado también por la defensa del derecho internacional y del orden multilateral en un momento en el que los cimientos de esas estructuras creadas tras la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría son más cuestionados que nunca y se habla «sin tapujos de rediseñar fronteras, de interferir en procesos democráticos o de renombrar mapas».
En segundo lugar ha puesto en valor las relaciones con América Latina y el Caribe y los acuerdos entre la UE y Mercosur, México y Chile, que, ha asegurado, contribuyen a reforzar la seguridad económica de la UE, y ha pedido a los embajadores un «apoyo decidido».
No ha habido referencias a Venezuela en un discurso en el que ha repasado un mundo convulso con intentos de magnicidio, «graves injerencias en procesos electorales» celebrados en Rumanía, Moldavia o Georgia y «elecciones fake con las que regímenes autoritarios han intentado blanquear su desprecio a las libertades individuales, ignorando la voluntad popular expresada en las urnas».
Ha recordado también las guerras activas y el cuestionamiento de las instituciones multilaterales: «este es el mundo que nos ha tocado vivir, un mundo más inseguro, cerrado, anárquico, y con la democracia acosada por ataques híbridos y desinformación».
Más integración europea
Sánchez ha situado a la UE como el primero de los ejes prioritarios de la acción exterior, una unión que «enemigos muy poderosos» quieren dividir y en la que España debe hacer valer su peso para avanzar en una mayor integración y hacia la ampliación. En este contexto, ha apostado por reforzar la seguridad europea y su industria de defensa, aprovechando la lección aprendida con la asistencia a Ucrania, aunque ha querido dejar claro que no alentará jamás «una deriva militarista que nos aboque a una nueva carrera armamentística».
Y ante Ucrania, ha abogado por una paz «justa y sostenible», porque «lo que está en juego es el futuro de ese país soberano, pero también el futuro de la seguridad europea». Sánchez ha situado entre sus prioridades también la apuesta por una economía abierta, frente a quienes abogan por una vuelta al proteccionismo. «España no se cierra sobre sí misma, como hacen cada vez, por desgracia, más países en el mundo. España lo que hace es abrirse al mundo y lo hace con decisión, con convicción, con ambición y con voluntad».
Ha defendido así una política de exteriores que llama a la verdad por su nombre -«venga de donde venga, sea autoritarismo, xenofobia, imperialismo o genocidio»-. Y ha reivindicado la defensa de España de la solución de los dos Estados en el conflicto entre Israel y Palestina, y su apoyo a la conferencia internacional convocada por la Asamblea General de Naciones Unidas el próximo mes de junio.
4 comentarios
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Als peus de Trump i fent-li sa pilota...
IZQUIERDOSOS vuestro líder os deja en la más absoluta EVIDENCIA. 😂😂😂😂😂😂😂
VAYA,,, Eso son sus principios... 🙈😂😂😂😂😂😂
Primero le llama facha y ahora quiere retomar las relaciones ...Algo raro si que es, Abascal invitado y Sánchez no ..