Christian Vargas, de 29 años, salvó la vida de dos personas que iban a ser arrastradas por el agua en Valencia. | R.S.

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«Aún trato de asimilar que he salvado a dos personas de morir ahogadas». Son las primeras palabras que le salen a Christian Vargas, de 29 años, una semana después de haber rescatado a dos mujeres que estuvieron a punto de ser arrastradas por el agua en las trágicas inundaciones de Valencia.

La historia se remonta a las nueve de la noche de aquél fatídico 29 de octubre en la localidad de Benetússer -una de las zonas más afectadas por la catástrofe- donde a esa hora el agua ya alcanzó una altura de 1,80 metros. El joven se encontraba en casa junto a unos amigos cuando «comenzamos a oír chillidos que venían de la calle», comenta Christian.

Las dos afectadas «se encontraban trabajando en una clínica de salud mental situada justo debajo de mi casa. Cuando empezó a llover, ellas se quedaron a intentar recoger el local y a eso de las nueve de la noche comenzamos a escuchar chillidos de socorro. Rápidamente los vecinos nos pusimos en alerta y tratamos de hacer todo lo posible por sacarlas de ahí con vida. Hice cuatro nudos con varias sábanas y un cable de internet. Tras media hora, las dos tuvieron el valor de salir de la clínica y agarrarse a las sábanas, que el fuerte viento estuvo a punto de llevarse. No fue hasta las 22.00 horas, cuando logré subirlas a mi balcón», relata el joven.

Una vez a salvo, el héroe de esta conmovedora historia recuerda que «ambas estaban temblando del frío y en shock. Cuando pudieron reaccionar, me abrazaron y una de ellas se derrumbó en el suelo. Les dije que se duchasen y quedaran esa noche en mi casa, ya que el nivel del agua no bajaba», ha explicado el vecino de Benetússer.

Agradecidas

Las perjudicadas, días más tarde de producirse la catástrofe, acudieron a la casa de Christian para llevarle comida a él y a su familia como agradecimiento. «nos trajeron un poco de comida que consiguieron, ya que nosotros no teníamos nada en casa. Los supermercados habían sido saqueados y en casa todavía no habíamos cobrado. Nos salvaron la vida», añade el valenciano.

Finalmente, el joven ha explicado que la problemática en este municipio que se ha visto tan afectado por el temporal, «es la gran densidad de población que hay. Es un pueblo muy pequeño y tiene mucha población. Los primeros tres días fueron un auténtico caos», concluye.