La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. | Efe - FERNANDO VILLAR

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El Ministerio de Trabajo y Economía Social y CCOO, UGT, CEOE y Cepyme seguirán negociando a la vuelta de las vacaciones de verano la reducción de la jornada laboral semanal a 37,5 horas en 2025 tras concluir este lunes sin acuerdo una nueva reunión de la mesa de diálogo social. «Vamos a vernos inmediatamente después de las vacaciones de verano, inmediatamente después del mes de agosto, para intentar alcanzar un acuerdo definitivo en esta materia», ha asegurado Pérez Rey, que ha precisado que la próxima reunión de esta mesa se celebrará el 9 de septiembre, y entre otros puntos ha destacado la relevancia del derecho a la desconexión digital tanto en las modalidades presenciales de trabajo como en el teletrabajo.

El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha destacado, tras el encuentro, el tono «constructivo» en el que se ha desarrollado la reunión de hoy y el compromiso que han adquirido las patronales de estudiar «seriamente» para la propuesta realizada por el Ministerio para aplicar de manera flexible el recorte de jornada a lo largo de 2025, mejorar el registro de jornada y garantizar el derecho de los trabajadores a la desconexión digital.

«Yo creo que hoy las dos organizaciones patronales han atendido cuál es la propuesta del Gobierno sobre estos tres elementos: desconexión, registro y reducción de jornada. Creo sinceramente que he notado un tono muy constructivo por parte de las organizaciones patronales y el compromiso de estudiar seriamente la propuesta realizada para la vuelta de las vacaciones de verano, poder tener ya una opinión más firme de la CEOE», ha subrayado.

Dentro de esa flexibilidad ofrecida a la patronal para que la reducción de jornada a 37,5 horas entre en vigor a lo largo de 2025 y no el 1 de enero, Pérez Rey ha defendido que, según los datos del Ministerio, la mayoría de los convenios colectivos van a perder vigencia entre 2024 y 2025. «Por lo tanto, está claro que durante esos dos años, la flexibilidad suficiente que vamos a incorporar a la reducción de jornada va a permitir, además, una reclamación de la propia patronal. Que los convenios colectivos puedan ya negociarse con las nuevas condiciones y no haya una afectación a los que están vigentes», ha declarado Pérez Rey.

Asimismo, ha enfatizado que ningún juez ni ningún tribunal ha entendido en los últimos años que un convenio colectivo tiene que revisarse porque haya un cambio en la legislación laboral. «Pero es que incluso ese argumento no tiene mucho peso porque la mayoría de los convenios colectivos van a perder su vigencia entre 2024 y 2025, que es justo cuando vamos a llevar a cabo la reducción de jornada», ha precisado. Pérez Rey ha defendido que, con todos estos mimbres, el objetivo de Trabajo es alcanzar, tras el verano, un acuerdo con las partes «rápidamente». «Hemos ofrecido a la patronal márgenes suficientes para que esta reducción se haga de manera progresiva sin alterar de manera importante el ritmo de las empresas, para que las empresas se puedan acoger de manera secuencial a esta reducción», ha explicado.

En este sentido, y al ser las patronales las más reacias a la reducción de jornada, el secretario de Estado ha asegurado que CEOE «está en la mesa» y está atendiendo las propuestas del Gobierno. «Nosotros tenemos claro cuál es nuestro compromiso con los ciudadanos españoles, que es reducir la jornada a 37 horas y media y establecer la flexibilidad suficiente para lo que va a ser una regulación que va a durar una generación casi, pues, esa regulación tiene que irse llevándose a cabo paulatinamente», ha argumentado. En este marco, ha hecho hincapié en la importancia de mejorar el registro horario para poder verificar si se cumple legalmente con la jornada. «Todo este esfuerzo negociador no serviría de nada si luego la jornada se incumpliera de manera sistemática y esto es a lo que queremos poner freno con ese registro», ha insistido.

Pérez Rey ha explicado además que el Ministerio ha lanzado en la reunión de este lunes una propuesta concreta para garantizar el derecho a la desconexión digital tanto en las modalidades presenciales de trabajo como en el teletrabajo. «No coger el teléfono al jefe fuera del horario es un derecho que pueden esgrimir los trabajadores y que no pueden sufrir ninguna represalia por ejercitarlo. No contestar, no coger el teléfono, no leer los correos electrónicos cuando están fuera de la jornada laboral, se estructura en el Estatuto de los Trabajadores como un verdadero derecho, y se prohíbe cualquier represalia», ha afirmado.

El secretario de Estado ha dejado claro que ningún trabajador podrá sufrir «ni la más mínima consecuencia negativa» como consecuencia de ejercitar el derecho a la desconexión. «Nosotros vamos a acelerar para que en septiembre podamos alcanzar un acuerdo para la reducción de jornada cuanto antes y luego, el Gobierno tiene muchas posibilidades de ir rápidamente con la tramitación normativa para que podamos cumplir con los plazos del acuerdo de Gobierno», ha añadido.

Por su parte, el vicesecretario general de UGT, Fernando Luján, ha señalado que en la reunión de este lunes se han fijado los párametros por los que podría transitar un futuro acuerdo y ha apelado de nuevo a la patronal «para que se una, de buena fe, a la negociación» y se incorpore también «al siglo XXI», pues la jornada máxima legal en España no se ha modificado desde el siglo XX. Sobre la apelación que hace la CEOE para que la reducción de jornada se aborde desde la negociación colectiva, Luján ha indicado que eso no puede implicar que el Gobierno y el legislativo «dimitan de sus obligaciones», que pasan por regular los límites máximos y mínimos de la jornada laboral, como ocurre en el resto de Europa.

El responsable sindical ha recordado que, tal y como anunciaron hace unos días ambos sindicatos, a partir de septiembre iniciarán un proceso de movilizaciones si la negociación para recortar la jornada no avanza. «Nosotros entendemos que la patronal, más allá del buen clima de negociación y de alguna propuesta que efectivamente hemos recogido con ánimos a llegar a ese acuerdo, no se está moviendo lo suficientemente de buena fe para alcanzar un acuerdo que mejore las condiciones laborales de las personas trabajadoras», ha denunciado Luján.

Por su parte, el secretario confederal de Estudios y Formación Sindical de CCOO, Carlos Gutiérrez, ha destacado que la reunión ha servido para clarificar el perímetro del posible acuerdo y ha apuntado que el sindicato está abierto a negociar la entrada en vigor de la reducción de jornada «siempre y cuando haya posibilidades de un acuerdo» y teniendo claro que el objetivo es la reducción de la jornada laboral a las 37 horas y media.

«Para animar a ese acuerdo hemos valorado y hemos planteado la posibilidad de llevar a cabo movilizaciones a partir de septiembre que los sindicatos deberemos concretar. Hoy yo creo que estas movilizaciones están cerca y son una necesidad para poder animar a la patronal a llegar a un acuerdo», ha apuntado Gutiérrez, que ha recordado que la reducción de jornada puede beneficiar a hasta 13 millones de trabajadores. Ahora bien, han advertido de que, aunque están dispuestos a ampliar la transición de la reducción de jornada a los convenios, no aceptarán aplazamientos. «No queremos llevar ningún sector al año 26 ó 27 sin que noten, aunque sea mínimamente, que esto está ya en vigor. Nos parecería injusto y discriminatorio con otros sectores», ha subrayado Luján.