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Sumar está esperando a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decida la composición del nuevo Ejecutivo de coalición una vez se materialice la investidura, para saber de cuántos ministerios constará y, por tanto, cuáles corresponderán al socio minoritario, para decidir si le asigna o no uno a Podemos.

Según han indicado fuentes cercanas a la líder de Sumar, Yolanda Díaz, la formación trabaja con "varios escenarios" para una negociación que prevé "rápida" e inmediata después de la investidura de Sánchez. Se da por segura la semana que viene después de que el PSOE cerrara los últimos acuerdos necesarios para ella con Junts per Catalunya y el PNV. Además, otro acuerdo que ya no sería imprescindible con Coalición Canaria.

Los escenarios dependerían principalmente del tamaño del Gobierno que decida Sánchez. Si éste fuera suficientemente amplio para permitir que el socio minoritario se encargue de cinco ministerios, podría plantearse un reparto con cuotas para cada uno de los principales partidos integrados en Sumar, y en la dirección de Sumar aseguran que no tendrían problema en reservar uno a Podemos, una opción que parecía descartada hace un par de semanas.

Si, por el contrario, el Ejecutivo se redujera respecto al actual, la dirección de la formación de Díaz pensaría más en individuos concretos e incluso independientes especialmente capacitados para los departamentos que se asignen a Sumar, que se da por hecho que, como en el caso del Gobierno con Unidas Podemos, en ningún caso incluirían los llamados ministerios "de Estado": Interior, Justicia, Defensa, Asuntos Exteriores y Economía, que se los quedarían los socialistas.

Negociaciones entre PSOE y Podemos

Entre las fuentes consultadas, una asegura que el PSOE se ha abierto en las últimas semanas a mantener el número de ministerios porque los socialistas estarían interesados en que Podemos se sienta integrado en el Ejecutivo y no le haga oposición, como es de prever que haría si no se siente involucrado en el gabinete.

Este viernes, en el vídeo en el que convocó la consulta a sus bases sobre el voto a la investidura, su secretaria general, Ione Belarra, apostó por el "sí" pero arreció en sus críticas al PSOE, llamándole "irresponsable" por estar "despreciando" a Podemos.

Sin embargo, otra fuente cercana a la dirección de Sumar desmintió esta intermediación socialista y atestiguó que el PSOE no quiere al partido de Belarra en el Ejecutivo ni tampoco entiende que deje en manos de su militancia el voto a la investidura cuando formalmente pertenece a la organización que ha suscrito un acuerdo de gobierno con Sánchez, pero que aceptará lo que decida Sumar sobre los ministerios que le correspondan, partiendo de que ambas partes coinciden en que la elegida no sería Irene Montero.

Ahora bien, ni aun en el caso de que Sumar detente finalmente cinco ministerios estaría garantizado uno para Podemos, habida cuenta de la gran cantidad de partidos que forman parte de la coalición que lideró Yolanda Díaz y que aspirarían a encabezar uno.

Dando por sentados la Vicepresidencia y el Ministerio de Trabajo para Díaz, en el mejor de los casos quedarían cuatro departamentos para Sumar, y hay otros tantos nombres que suenan como ministrables aparte de los de Podemos. Según las fuentes consultadas, Izquierda Unida está negociando con Sumar un Ministerio para la eurodiputada y portavoz de su Ejecutiva, Sira Rego, quien reemplazaría como cuota de la formación al actual titular de Consumo en funciones, Alberto Garzón. Tampoco está descartado que éste repita, según una de las fuentes consultadas.

Dos ilustres con reparos

Por otro lado, Catalunya en Comú también quiere seguir teniendo un ministro que tome el relevo del de Universidades, Joan Subirats. Una vez descartada la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, según algunas fuentes por veto de Junts, el que tiene más papeletas es el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, a quien los Comunes estarían empujando para ser ministro, presumiblemente de Cultura. No obstante, el interesado tenía previsto proseguir su fulgurante carrera en el Parlamento Europeo, donde ya es vicepresidente de los Verdes, por lo que la confluencia catalana podría promover a otra persona.

Un segundo dirigente al que en el espacio quieren como ministro a pesar de sus reticencias personales es el actual secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, muy valorado en todo el espacio e incluso también en el PSOE, con el que ha negociado todos los acuerdos de gobierno y de presupuestos desde 2019.

Álvarez, secretario de Economía de Podemos, habría expresado reparos, según fuentes consultadas tanto de su partido como de Sumar, a encabezar un departamento ministerial si no es con el beneplácito de la dirección de Belarra. La Ejecutiva a la que todavía pertenece el economista le ve ya más cercano a Díaz, le reprocha no haberle informado suficientemente de las negociaciones que ha encabezado, y viene reiterando que "los ministros de Podemos los elige Podemos" para rechazar de antemano que Sumar lo encumbre a él presentándole como cuota de la formación.

Finalmente, en el reparto preliminar de ministerios, el PSOE se habría mostrado dispuesto a asignar a Sumar el de Sanidad y, en caso de que ello se confirmase, la principal candidata a encabezarlo sería la actual portavoz de Más Madrid en la Asamblea y médico de profesión, Mónica García. Compromís, la Chunta Aragonesista y Més por Mallorca, los otros partidos con representación en el grupo parlamentario de Sumar y a los que se asignó portavocías adjuntas, no están, en cambio, reclamando ministerios.

Respecto al posible ministerio para Podemos, fuentes de su dirección deslizan su sospecha de que Sumar les ofrecerá uno pero de escasas competencias, con la intención velada de que lo rechace y de esa forma retratar a este partido como el que ha querido autoexcluirse del espacio y del Gobierno.

Podemos seguirá insistiendo hasta el final en que su candidata para ministra es Montero al frente de Igualdad, pero otras fuentes cercanas a la dirección señalan que será Belarra la que dé el visto bueno a la oferta que les traslade Sumar y que, obviamente, tendría que consentir si la designada fuera ella misma. Una de las fuentes consultadas de Sumar mostró, en cambio, sus dudas a que Belarra acepte ser quien reemplace a su amiga Montero. En tal caso, tendría que ser un tercer dirigente, distinto también de Álvarez, el que representase a Podemos en el Gobierno en caso de que se le asignara un ministerio.

A este complicadísimo "encaje de bolillos" tendrá que enfrentarse Sumar una vez que Sánchez resuelva el suyo y reparta los ministerios de Estado y alguno más entre los propios candidatos y cuotas del PSOE, de acuerdo con sus propios equilibrios y compromisos internos. En lo que están de acuerdo todas las fuentes es en que, mientras los socialistas no aclaren cuántos y qué ministerios deja a Sumar, las conjeturas sobre ministrables de esta formación sólo pueden catalogarse como "quinielas".