La inflación se aceleró en julio al 2,3 %, 4 décimas más que en junio, impulsada por el encarecimiento de los carburantes en un mes en el que el precio de los alimentos y bebidas subió un 10,8 %. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este viernes el dato del índice de precios de consumo (IPC), que muestra una subida de los alimentos cinco décimas superior a la de junio ante el encarecimiento de las frutas (11,6 %) y los aceites y grasas (20,4 %).
Sin embargo, el grupo que más ha influido en el repunte de la inflación general ha sido el transporte, cuyos precios bajaron un 5,3 %, dos puntos menos que en junio, después de que los carburantes se encarecieran cuando hace un año bajaban.
También ha presionado al alza el sector del vestido y el calzado, que registró una tasa del 2,1 %, cuatro décimas superior a la de junio, porque sus precios han bajado menos este año que el pasado.
Además, el ocio y la cultura aumentó sus precios un 7,2 %, dos puntos más que en junio, ante el mayor encarecimiento de los paquetes turísticos.
Por el contrario, el precio del grupo de vivienda bajó un 14,9 %, un descenso dos puntos más intenso que el de junio debido al abaratamiento de la electricidad y el gas.
Con este repunte, la inflación deja atrás dos meses consecutivos de moderación, mayo (3,2 %) y junio (1,9 %), aunque se encuentra lejos de las tasas de dos dígitos registradas en el verano de 2022, en parte por el efecto de comparar con un periodo en el que los precios ya estaban subiendo.
La inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios de la energía ni de los alimentos no elaborados por ser los más volátiles- se situó en julio en el 6,2 %, tres décimas más que en junio, con lo que su diferencia con el IPC es de casi cuatro puntos.
En julio los precios aumentaron en todas las comunidades y ciudades autónomas, de manera especialmente intensa en Ceuta (4,3 %), Melilla (4,1 %) y Canarias (3,6 %), mientras que el ascenso más moderado se registró en Aragón y Castilla-La Mancha (1,8 %).
En términos mensuales, los precios subieron en julio un 0,2 % con respecto a junio, cuando habían aumentado un 0,6 %, debido sobre todo al encarecimiento del ocio y la cultura y de la alimentación y las bebidas no alcohólicas.
El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el 2,1 %, cinco décimas por encima del de junio.
2 comentarios
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¡Oh, por supuesto! Es totalmente lógico que, en medio de la desolación causada por el COVID y la devastadora 'Guerra de la Falta de Viento y Lluvia por Demasiado Sol', los precios mágicamente no suban cada semana. Sin duda, debe ser porque los altruistas comerciantes y las abnegadas grandes superficies están tan preocupados por nuestra billetera que simplemente rechazan cualquier pensamiento de aumentar sus ganancias. ¡Claro, claro! ¿Quién no compraría ese emocionante cuento de hadas?
Del ocio y la cultura ni se come ni se bebé, lo demás es preocupante, el govern balear si esta en sus manos tiene que arreglarlo por eso yo le vote