Algunos ciudadanos están preocupados por sus ahorros. | Pixabay

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El sistema financiero mundial está atravesando una situación muy convulsa, que ha propiciado una caída de las bolsas y ha suscitado la desconfianza de muchos ciudadanos; algunos han empezado a temer por los ahorros que tienen depositados en los bancos. Antes este panorama cabe preguntarse si son seguras las entidades financieras españolas.

Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, asegura que «son igual de seguras hoy que antes de la crisis de Silicon Valley Bank. No estamos ante una crisis bancaria que se deba a carencias importantes de solvencia de los bancos individuales, como la que se inició con la quiebra del Lehman Brothers en septiembre de 2008, sino más bien ante una crisis del sistema monetario en su conjunto. En momentos de pánicos bancarios, crisis como la de 2008 o la de la COVID-19, la solución ha sido inyectar dinero a la economía». A su modo de ver «crear masa monetaria sin freno acaba generando inflación: demasiado dinero, que vale menos. Si le sumamos 10 años de tipos de interés en caída libre hasta perforar la barrera de los intereses negativos, la tormenta perfecta está creada. Cuando los bancos centrales del mundo empiezan a subir los intereses para combatir la inflación, toda la economía -acostumbrada a una financiación a coste 0- sufre un choque hipovolémico monetario».

Luis García Langa, director de Corredordefondos.com, sostiene que sí son seguras las entidades financieras españolas. «Se pueden hacer muchas críticas a los bancos, pero no a su solvencia hoy en día. Desde la crisis financiera los ratios de solvencia de los bancos de la zona euro son muy fuertes. El coste para el contribuyente ha sido elevado, como todos sabemos, pero los rescates, ampliaciones de capital, inyecciones de liquidez, cesión de activos a SAREB, absorción de entidades tóxicas (cajas de ahorros en su mayoría) o la última liquidación del Banco Popular han hecho que los balances de todas las entidades españolas sean muy seguros cumpliendo de sobras ratios de solvencia y de liquidez».

¿Cuáles son los bancos más seguros?

Preguntado por si hay unos bancos más seguros que otros, Langa responde que «por ratios de solvencia, los más solventes -partiendo de la base que todos son seguros- serían Banca March y Andbank; como menos seguro no diría ninguno». Monserrat considera que «si tenemos hasta 100.000 euros por titular y banco en cuentas y depósitos, preocuparse por la solvencia de nuestro banco es absurdo. El dinero está garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos español o del país de residencia del banco. Por otro lado, incluso en situaciones tan graves como fue la intervención de Banco Popular, los depósitos superiores a 100.000 euros tampoco han sufrido quita alguna». No obstante, precisa que «más seguros si cabe son los fondos de depósitos y los fondos de pensiones, que no corren peligro ni que quiebre el banco depositario. Son los inversores de productos financieros como las acciones o los bonos emitidos por bancos, los que asumen un riesgo a tener en cuenta».

Respecto a si exista la posibilidad de que alguna entidad financiera tenga que ser rescatada, el citado profesor de la UIB afirma que «cualquier banco puede tener problemas si hay una fuga de depósitos, ya que su negocio es tener invertido el dinero de sus depositarios, no tenerlo en efectivo. Justamente este miedo y la retirada de dinero de los bancos regionales de EEUU es lo que ha provocado su intervención, no su falta de solvencia. En todo caso, en estos momentos no aprecio entidades españolas de las que debamos preocuparnos». El director de Corredordefondos.com señala que «si no se han maquillado cuentas, como pasó en Banco Popular, -que no lo parece- no habrá necesidad alguna de realizar más rescates. Sí puede haber alguna fusión más, siempre está sobre la mesa el caso de Banco Sabadell, pero no por eso quiere decir que su solvencia esté en entredicho».

Pese a que los riesgos no parecen ser muy elevados, Monserrat matiza que la crisis financiera también está afectando a los bancos españoles. «Al igual que el resto de entidades del mundo, sufren un especial escrutinio de los analistas e inversores, lo que empuja el valor de sus acciones a la baja, por ejemplo. En cuanto a la racanería que muestran en la retribución de cuentas y depósitos, es probable que empiecen a dar un poco más de rentabilidad para fidelizar a sus clientes. En épocas de miedo a los bancos, nada mejor que ofrecer productos seguros y con rentabilidad, como los depósitos bancarios».

Langa añade que «a su solvencia no les afectará, a no ser que el miedo invada a sus clientes y vayan en masa a retirar su dinero; en ese caso, cualquier banco tendría problemas de liquidez, no de solvencia. De hecho el BCE tiene en marcha líneas rápidas de liquidez por si eso pasara. Sí les está afectando más en bolsa. Por ejemplo, vemos caídas desde máximos del último año, aunque también hay que tener en cuenta que estos mismos bancos están ganando en lo que llevamos de 2023, a pesar de las caídas de estos días».

El apunte

¿Qué medidas debería tomar el BCE?

La política monetaria europea la decide el Banco Central Europeo, por lo que su papel es clave en esta crisis financiera. El economista de FuturFinances.com considera que «deberá seguir aumentando los tipos, lo que implica que el Euribor va a seguir subiendo durante 2023, si bien a una velocidad controlada para evitar los efectos adversos. Tengamos en cuenta que la inflación es un virus que parasita la economía y afecta de forma más importante a los colectivos más vulnerables. La subida de tipos de interés se parece a la fiebre: un poco ayuda a luchar contra el virus inflacionario, demasiada temperatura en poco tiempo pone en peligro la salud del cuerpo».

El director de Corredordefondos.com destaca que «el BCE ha conseguido tener una banca europea solvente (no olvidemos que Credit Suisse está bajo el paraguas del Banco Nacional de Suiza) y aún así, en una acción coordinada con el resto de bancos centrales han inyectado liquidez al sistema para anticiparse a un problema. La subida de tipos de la semana pasada fue un ejemplo de lo fuerte que está el sistema, si hubieran visto riesgo no lo hubieran hecho. Eso sí, a partir de ahora deberían empezar a levantar el pie del acelerador, ya no solo por la banca, sino por las familias y empresas; especialmente si la tan esperada inflación se frena tras la fuerte caída de la mayoría de materias primas».