La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera (sentada-c), en la reunión informal que los ministros de Energía de la UE mantuvieron este martes, antes del inicio oficial del consejo, para intentar acercar posturas a nivel técnico tras evaluar un nuevo texto que contempla un tope al precio del gas en una horquilla entre 200 y 220 euros por megavatio/hora (MWh), que rechaza España. En ese encuentro se rechazó "por aclamación" una propuesta alemana para establecer un precio mínimo de 200 euros del que no bajaría el tope al gas pero se movieron "posiciones" en ambos bloques y hubo "avances". | Efe

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Los ministros de Energía de la Unión Europea, reunidos en Bruselas el martes, no alcanzaron un acuerdo definitivo sobre un límite máximo para los precios del gas natural en todo el bloque, tras meses de luchas internas sobre si la medida puede aliviar la crisis energética del bloque. En respuesta a las reiteradas peticiones de algunos países, la Comisión Europea propuso el mes pasado un tope de precios como última respuesta de la UE a la convulsión económica provocada por el recorte de los suministros de gas natural de Rusia a Europa este año, que ha provocado subidas de los precios de la energía.

La reunión del martes, en la que los países se mostraron profundamente divididos sobre los detalles de la propuesta, no permitió adoptar una decisión definitiva, por lo que los Ministros de Energía de la UE volverán a intentar alcanzar un acuerdo en otra reunión el 19 de diciembre. «Hemos avanzado, pero aún no hemos terminado. Hoy no hemos podido responder a todas las preguntas», declaró el Ministro alemán de Economía, Robert Habeck, tras la reunión, que se prolongó durante horas mientras los delegados de los países buscaban un compromiso.

El ministro checo de Industria, Josef Sikela, que presidió la reunión, sostuvo que tenía «un buen presentimiento» de que los países podrían alcanzar un acuerdo sobre el nivel de precios que activaría el tope, que, según dijo, era la única cuestión que quedaba por resolver. «Sin embargo, se trata de un equilibrio extremadamente frágil y es la primera vez que básicamente intentamos intervenir en los mercados mundiales», declaró Sikela en rueda de prensa.

Países como Alemania, Austria y los Países Bajos han advertido contra la limitación del precio del gas, ya que temen que pueda desviar cargamentos de gas muy necesarios en Europa y perturbar el funcionamiento de los mercados energéticos. Otros Estados, como Grecia, Bélgica, Italia y Polonia, han exigido un tope que, dicen, protegería sus economías de los altos precios de la energía. «Los ciudadanos europeos están agonizando, las empresas europeas están cerrando y Europa ha estado debatiendo innecesariamente», declaró el martes el ministro griego de Energía, Konstantinos Skrekas, antes de la reunión.