El informe forense que espera el tribunal que juzga a José Villarejo en la Audiencia Nacional para decidir si está en condiciones de proseguir el juicio descarta que el comisario de Policía jubilado haya sufrido un accidente cerebrovascular y apunta que no debería obstaculizar el desarrollo de su tareas habituales. El informe lo firma uno de los médicos del Instituto de Medicina Legal en respuesta a la petición urgente de la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, de que realizase un reconocimiento al acusado en su domicilio.
El médico relata que no pudo realizar ese reconocimiento en persona pese a trasladarse al domicilio de Villarejo a las 14:00 horas del 10 de agosto, «dejando solas las instalaciones del Instituto de Medicina Legal», dado que tres de los cinco facultativos están de baja y el otro se encontraba de vacaciones. Algo que -reprocha el médico- sabía la presidenta del tribunal porque se lo había comunicado por teléfono, pese a lo cual remitió un oficio urgiendo a explicar las razones por las que desde que lo pidió, el 27 de julio, no se había hecho ese reconocimiento.
La cuestión es que el facultativo llegó al domicilio de Villarejo y «tras llamar de manera insistente en repetidas ocasiones» y no recibir respuesta, abandonó el lugar a las 14:10 horas. Por esa razón, hace su informe a partir del informe médico aportado por el acusado a finales de junio que asegura que padeció «un accidente vascular cerebral» que desaconsejaba someterse a situaciones emocionales o de esfuerzo físico significativo en tres meses.
Sin embargo, el Instituto de Medicina Legal descarta ese accidente cerebrovascular y recalca que las pruebas radiológicas realizadas mediante TAC y resonancia magnética son «normales» y no revelan «alteraciones relevantes (de masa tumoral, aneurisma o hematoma subdural»). Por contra, expone que Villarejo ha tenido «una parálisis completa del III par craneal de posible causa microisquémica al haberse descartado un origen compresivo», es decir una lesión del nervio motor ocular que, según los informes oftalmológicos y neurológicos aportados, apunta a una causa isquémica (un flujo sanguíneo inadecuado), que es «la causa más común y menos grave» de las posibles, en general consecuencia de una diabetes o hipertensión arterial.
Esa dolencia se trata con analgésicos y antiinflamatorios y con parche para reducir la visión doble. «El pronóstico, por lo general, es bueno», expone el forense, que apunta que un 70 por ciento de los casos se recupera en un período de tres meses. Por ello, sostiene que el estado de Villarejo debería ir mejorando y «no debería ser un obstáculo insalvable para el desempeño de sus actividades habituales», porque el dolor se puede tratar con analgesia y la diplopía o visión doble mediante un parche o unas gafas con prisma.
De hecho, recuerda el forense que el acusado ya apareció en imágenes tomadas por los medios de comunicación en 2021 con un parche en el ojo izquierdo, lo que le lleva a pensar que sufrió un episodio similar, «circunstancia que no le impedía acudir a los tribunales». El forense, en cualquier caso, indica que si la evolución del procesado es normal, nada le impedirá ir a las oficinas del Instituto de Medicina Legal para ser explorado antes del 5 de septiembre, fecha en la que el tribunal ha citado a las partes para reanudar el juicio.
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Patético.