Alumnos y profesores de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra guardan un minuto de silencio en memoria del periodista navarro David Beriáin, asesinado en Burkina Faso junto a Roberto Fraile. | Efe

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David Beriáin conocía bien su profesión y era muy consciente de los riesgos que implicaba. En las últimas horas, tras conocerse la luctuosa noticia de su asesinato a manos posiblemente de milicias en Burkina Faso, han trascendido unas palabras escritas de su puño y letra hace un tiempo. Unas palabras en las que agradece a su entorno familiar más próximo su generosidad por permitirle dedicarse a aquello que más le gusta, aun a sabiendas que algún día pueden recibir una llamada trágica. Una llamada que diga que no va a volver, como efectivamente así ha sido.

Según han informado los medios locales, individuos armados emboscaron a una patrulla de efectivos burkineses contra la caza furtiva en la zona de Pama, capital de la provincia de Kompienga, en la que iban empotrados los periodistas españoles. Estuvieron 24 horas en paradero desconocido hasta que se cumplió el peor de los pronósticos y se confirmó la muerte de David Beriáin y su camarógrafo, Roberto Fraile.

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Por el momento se desconoce la autoría del acto violento, aunque el país africano sufre ataques yihadistas desde hace seis años.

A continuación las palabras que David Beriáin que hoy, tras su muerte en acto informativo en Burkina Faso, resultan premonitorias y adquieren un emocionante tono de despedida:

He tenido mucha suerte en la vida. Mis padres, mi familia y mi mujer me han querido de la manera más hermosa que se puede querer a alguien: libre. Aunque eso suponga en su caso que un día pueda haber una llamada que les diga: "No voy a volver". Eso es un acto de generosidad del que yo no sé si sería capaz.