El coste de repostar gasolina o diésel vuelve a los niveles de 2009. | ARCHIVO

TW
3

El precio del litro de gasolina se ha abaratado esta semana un 2,64%, para situarse en mínimos desde mediados de 2009, y acumula una caída de más del 6% desde el inicio del año, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).

El litro de gasolina se sitúa así esta semana en los 1,069 euros y se acerca a una barrera del euro que no pierde desde finales de mayo de 2009.

En el caso del gasóleo, ha roto con dos semanas consecutivas de subidas y ha recuperado la senda bajista de los dos últimos meses para, tras abaratarse un 1,18%, situar su precio medio en 0,919 euros el litro.

En lo que va de 2016, con respecto al último dato del Boletín Petrolero de la UE de diciembre del año pasado, el gasóleo acumula un descenso en su precio del 8,5%.

La mayor caída en el precio de la gasolina de esta semana permite que la diferencia con el precio del litro de gasóleo siga estrechándose, situándose en los 15 céntimos, frente a los más de 18,5 céntimos que llegó a alcanzar a principios de mes.

De esta manera, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta en la actualidad unos 58,79 euros, unos 8,2 euros más que en el caso de un vehículo de gasóleo.

Esta caída en ambos carburantes coincide con la tendencia bajista en los precios del crudo experimentada la pasada semana, cuando la cotización del barril del Brent cayó hasta los 30 dólares. Sin embargo, esta semana el precio del crudo ha vuelto a repuntar hasta tocar los 35 dólares el barril.

Los carburantes cuestan en España menos que la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,213 euros y en 1,226 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,031 euros de media en la UE y 1,002 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos ya los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.