El cabreo de Macarena causa revuelo en la red

La autora de la crítica describió que habían devuelto dos platos por «salados, secos, simples, planos e insípidos». Pidieron ver a la chef pero «ni se dignó a aparecer. Esta estrella Michelin no está a la altura. Relación calidad-precio, una estafa», comentó.

Al día siguiente la cocinera puso los puntos sobre las íes. De Castro recordó que «eligieron el menú de 14 platos (...) y se bebieron más de tres botellas», apuntando que «creemos que le daban más importancia a acabarse la copa y que les fuera rellenada, que al plato que tenían delante».

Aún hay más. «Al finalizar la comida nos dimos cuenta de que faltaba una lágrima de cristal de Menestralia decorativa, exclusiva e irreemplazable», y que tras preguntar a su acompañante «usted la devolvió».

Finalmente, la chef comenta un último episodio bochornoso. «Insistieron más de una vez que le invitáramos a un gin tonic. La invitación es una deferencia de la casa, no una obligación. Eso fue antes de que se descalzara y se quedara dormida tumbada en el sofá justo a la puerta del restaurante. Permítame decirle que esto nos dio vergüenza ajena».

Ante la contundente respuesta, la autora optó por quitar la crítica. El tema corre con fuerza por internet y ha generado ya un buen número de comentarios, la mayoría críticos con la acción de la cliente.