Pekín. Unos niños juegan en una zona de ocio infantil en un centro comercial - Reuters

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Pese a un alivio de las normas existentes, China no está considerando una flexibilización amplia de su política de hijo único debido a que se producirían demasiados trastornos, señaló ayer el Ministerio de Salud.

El Gobierno anunció el viernes que permitiría que millones de familias tuvieran un segundo hijo, la liberalización más significativa en más de tres décadas de su estricta política familiar.

China es el país más poblado del mundo, con casi 1.400 millones de habitantes.

Las parejas en las que uno de los padres es hijo único ahora podrán tener un segundo descendiente, según uno de los puntos destacados de las reformas anunciadas tres días después de que el Partido Comunista que gobierna China concluyera un encuentro en el que delineó políticas para la próxima década.

El plan para aliviar la política fue concebido por el Gobierno hace alrededor de cinco años, dado que a las autoridades les preocupa que los controles estrictos estén minando el crecimiento económico y contribuyendo a un envejecimiento poblacional rápido, que el país no tendría cómo respaldar financieramente.

En un comunicado publicado en la página web del Ministerio, el subdirector Wang Peian estimó que se producirían demasiados problemas si a todos los ciudadanos de pronto se les permitiera tener dos hijos.

«Ajustar y perfeccionar la política de planificación familiar no es lo mismo que abandonarla», declaró Wang.

«No se ha dado ningún cambio fundamental en el hecho de que somos un país densamente poblado, y a que las presiones sobre la economía, la sociedad, los recursos y el ambiente se mantendrán por un largo tiempo», agregó el responsable.

«La política básica de planificación familiar tendrá que mantenerse a largo plazo y no podemos descansar de ella».

Wang no presentó un calendario de cuándo empezará a operar la flexibilización de la nueva política, limitándose a decir que no pasaría mucho tiempo y que las decisiones dependerían de cada provincia.

En áreas donde es más probable que las personas puedan aprovechar la relajación, el Gobierno alentaría a las parejas a no apresurarse a tener un segundo hijo, para «evitar una gran afluencia de nacimientos».

Un número cada vez mayor de expertos ha instado desde hace tiempo al Gobierno a reformar esta política, introducida a finales de la década de 1970.