El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se unió ayer a las críticas de otros dirigentes socialistas y aseguró que el nuevo auto de imputación de los ERE irregulares carece "de todo fundamento jurídico", mientras que la vicepresidenta del Gobierno pidió respeto a todas las decisiones judiciales.
Las críticas al auto de imputación de una veintena de cargos de la Junta, entre los que se encuentra la exministra de Fomento y exconsejera de Hacienda, Magdalena Álvarez, coinciden con la segunda jornada de declaración ante la juez Mecerdes Alaya del abogado Carlos Leal Bonmati, socio director del Bufete Estudio Jurídico Villasís, al que se le imputan siete delitos y que es el último en declarar de los 22 imputados por el cobro de sobrecomisiones.
Rubalcaba ha subrayado que él respeta siempre las decisiones judiciales, pero que eso no implica que no se lea los autos de los jueces, comentarlos y, si es preciso, criticarlos.
"Va a acabar en nada, y nada es nada. Confío que la Justicia acabe diciendo que no hay nada porque no hay nada", ha reiterado.
Sobre este asunto, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha garantizado que el Ejecutivo no interferirá en las decisiones judiciales y, ante las criticas del PSOE a la juez Alaya, ha reiterado su respeto a las resoluciones de los jueces y ha invitado a todos los partidos "a hacer lo mismo".
En la misma línea que Rubalcaba se ha pronunciado el expresidente del Gobierno Felipe González, quien se ha mostrado hoy "absolutamente asombrado" por el hecho de que se pueda realizar una imputación "sin mencionar ni un solo indicio de delito", y ha dicho que pondría la mano en el fuego por la exministra.
La secretaria de Política Social del PSOE, Trinidad Jiménez, ha considerado que la imputación de la exministra socialista debe ser valorada con "cierta cautela", porque su partido "no ve con claridad cuál es el delito" del que se le acusa.
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