Rubalcaba promete una nueva oposición y pide un PSOE unido

Rubalcaba presidió en la madrileña sede de la calle Ferraz la primera reunión del Comité Federal del PSOE desde que es secretario general, que le sirvió para calibrar los apoyos internos con los que cuenta y el poder de aquellos que más han cuestionado hasta ahora su forma de hacer oposición.

Una reunión de nueve horas, a puerta cerrada, incluido su discurso inicial -en contra de la práctica habitual de la era de José Luis Rodríguez Zapatero-, pero que le permitió comprobar que tiene un respaldo "amplísimo" del máximo órgano del partido entre congresos, según su propia expresión.

El apoyo le llegó incluso de federaciones que en su día se decantaron por Carme Chacón para liderar el PSOE, como la valenciana, aunque no de toda la madrileña, ya que el líder del PSM, Tomás Gómez, y el diputado autonómico Antonio Miguel Carmona insistieron en su idea de pedir un referéndum si España es rescatada.

La situación económica y el horizonte de un posible rescate a España centraron buena parte de las intervenciones de los 31 miembros del Comité que pidieron la palabra, así como la del propio Rubalcaba, quien dejó claro que "el rescate no sería sino el certificado de incompetencia de Mariano Rajoy".

Según su vaticinio, habrá rescate y conllevará condiciones macroeconómicas, entre ellas tocar las pensiones, aunque el Gobierno no lo hará público hasta diciembre.

Han sido casi nueve meses de "errores, vacilaciones y torpezas" del Ejecutivo y su presidente los que, según Rubalcaba, han puesto al país a las puertas de ser rescatado y han permitido desmontar "el mito de la capacidad de gestión de la derecha".

Frente a la hipótesis de una intervención, garantizó una oposición contundente de los socialistas, por entender que acarreará más ajustes y sufrimiento, y avanzó que su partido presentará algunas alternativas para eludir el rescate, por ejemplo una profunda reforma fiscal para que paguen más quienes más tienen, quienes más ganan y quienes más heredan.