Al Asad acusa a milicianos islamistas de la masacre de Hula

Por su parte,, el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, se mostró "horrorizado" a su llegada al país por lo ocurrido. Además, mientras el Consejo de Seguridad condenaba la masacre, los militares sirios continuaron bombardeando Hama, dejando al menos 41 fallecidos.

El mediador internacional declaró ante la prensa a su llegada a Damasco que el Gobierno sirio debe adoptar medidas "audaces" que demuestren que va "en serio" en su intención de resolver pacíficamente la crisis. Asimismo, anunció su intención de mantener "discusiones serias y francas" con el presidente sirio, Al Asad, con quien se reunirá hoy martes en Damasco, según precisó el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores.

"Insto al Gobierno (sirio) a adoptar medidas audaces que demuestren que va en serio en su intención de resolver pacíficamente esta crisis, y a todas partes implicadas a ayudar a crear el contexto adecuado para que haya un proceso político creíble", prosiguió. "Este mensaje de paz no es solo para el Gobierno, sino para todo el que tenga un arma", aseveró.

En calidad de mediador, Annan hizo posible el pasado 12 de abril la adopción de un alto el fuego, enmarcado en su plan de paz de seis puntos para poner fin al conflicto armado de Siria. La tregua no ha impedido la muerte violenta de cientos de personas en las últimas seis semanas. "El plan de seis puntos debe aplicarse de forma generalizada, algo que no está sucediendo", lamentó.

La organización Human Rights Watch (HRW) instó a Annan a presionar al régimen de Damasco para que acepte una comisión de investigación de Naciones Unidas sobre la matanza del pasado viernes. Varios supervivientes y activistas dijeron a HRW que el Ejército sirio había bombardeado la zona el 25 de mayo y que varios militares habían atacado viviendas de los extrarradios de Hula.