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España no va a cumplir este año ni el que viene sus objetivos de déficit público. Con estos negros presagios para la economía española, la Comisión Europea prevé que, si no adopta nuevos recortes, sólo logrará reducirlo del 8,5 por ciento al 6,4 por ciento este año y al 6,3 por ciento en 2013. Así, la gran preocupación de Bruselas son las comunidades autónomas y la seguridad social, responsables en gran medida del desvío que se espera.
Estas cifras quedan muy lejos de los objetivos pactados con la Unión Europea del 5,3 por ciento en 2012 y del 3 por ciento el año que viene. Según los cálculos de Bruselas, la economía española se contraerá un 1,8 por ciento este año (lo que supone un fuerte empeoramiento respecto al -1 por ciento que había pronosticado en febrero) y un 0,3 por ciento en 2013.

Los pronósticos del Ejecutivo comunitario son ligeramente más negativos que los del Gobierno, que prevé un retroceso del 1,7 por ciento este año y un crecimiento del 0,2 por ciento el que viene.
Además, la nueva recesión de la economía española, que se inició en el último trimestre de 2011, alcanzará su fase más álgida durante la segunda mitad de este año, "lo que refleja el impacto a corto plazo de los esfuerzos de consolidación" fiscal, ha explicado la Comisión. Así, durante los dos últimos trimestres del año, España se contraerá un 1,1 por ciento, frente al decrecimiento del 0,3 por ciento entre enero y marzo y del 0,6 por ciento en el segundo trimestre.

En concreto, la economía española sólo volverá a crecer en 2013, aunque a tasas muy bajas de alrededor del 0,5 por ciento trimestral. Y la Comisión avisa de que la vuelta al crecimiento podría tardar aún más si hay más recortes. En todo caso, para el conjunto del año la tasa será negativa por el efecto arrastre del año anterior.

También, el paro seguirá subiendo durante los próximos dos años pese a la reforma laboral, hasta alcanzar el 24,4 por ciento de media en 2012 y el 25,1 por ciento el año que viene. "Teniendo en cuenta la actual debilidad de la economía española, esta reforma provocará probablemente un crecimiento más moderado (o incluso una reducción) de los salarios y más caídas en el empleo a corto plazo", ha avisado el Ejecutivo comunitario.
De esta manera, la inflación se situará en el 1,9 por ciento este año y bajará hasta el 1,1 por ciento en 2013, por debajo de la media de la eurozona, "lo que permitirá alguna mejora en la competitividad en materia de precios".

Por su parte, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, ha restado importancia a las previsiones de la Comisión Europea al asegurar que no tienen en cuenta la gran parte de las medidas que ha puesto en marcha el Ejecutivo para reducir el déficit, al tiempo que ha descartado una relajación en los objetivos fijados.