Campaña. Sarkozy visita un mercado en Chateaurenard - Reuters

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El candidato socialista a la presidencia francesa, François Hollande, comienza con ventaja en los sondeos sobre su rival, Nicolas Sarkozy, la semana decisiva para las presidenciales, aunque con un margen algo reducido.

Aún así, Hollande mantiene un avance confortable, de al menos seis puntos, ante los últimos días de campaña, durante los que las manifestaciones del 1 de mayo y el cara a cara televisivo de mañanamiércoles son los platos fuertes y que desembocarán en la segunda vuelta del próximo domingo.

En ningún momento de la campaña Sarkozy ha superado en intención de voto a su contrincante y ahora sólo le resta una semana para revertir la situación.

El presidente saliente apuesta muy fuerte por el debate que mañana miércoles concentrará a más de 20 millones de franceses ante sus televisores, una cita que aparece como el último cartucho del candidato conservador.

Aunque en el pasado el debate ha cambiado poco la distribución de fuerzas entre los candidatos, Sarkozy confía en que sus dotes de orador hagan "caer las máscaras", como lleva repitiendo durante semanas.

Consciente de que el tiempo corre en su contra, el candidato conservador no desaprovecha una ocasión para repetir sus mensajes.

Mientras Hollande aprovechó la jornada de ayer para preparar el debate, Sarkozy mantuvo su agenda normal, con un mitin en Aviñón.

El presidente saliente no dejará a sus rivales ni la jornada de hoy, la fiesta del trabajo, tradicional cita de los sindicatos que han sido muy críticos con su gestión.

Temeroso de que la jornada se convirtiera en una celebración anti-sarkozista, el candidato convocó una gran manifestación frente a la torre Eiffel, donde aspira a concentrar a más de 50.000 simpatizantes.

"El 1 de mayo no es patrimonio de nadie", afirma Sarkozy, que aprovechará la jornada para contraponer el trabajo a la beneficencia.