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El euríbor a doce meses ha caído en abril al 1,368 por ciento, lo que permitirá a las familias hipotecadas reducir por tercer mes consecutivo la cuota de sus préstamos, una rebaja que, con el permiso del Banco Central Europeo (BCE), puede prolongarse a lo largo de todo el año.

Tras caer ayer al 1,311 por ciento y sumar la mayor racha bajista de su historia, 92 sesiones ininterrumpidas a la baja, el indicador ha marcado una media mensual del 1,368 por ciento, la menor desde el verano de 2010, una décima menos que en marzo y siete por debajo del mismo mes de 2011 (2,086 por ciento).

Este dato, que será confirmado por el Banco de España en los próximos días, supondrá para una hipoteca media de 150.000 euros contratada hace un año, con un plazo de amortización de 25 años, una rebaja de 52 euros mensuales o 624 al año.

Desde el mínimo histórico que marcó en marzo de 2010 (1,215 por ciento), el euríbor siguió una trayectoria al alza hasta que, a mediados del año pasado, cambió de rumbo y comenzó a bajar.

La evolución del euríbor, que es en realidad el tipo de interés al que se prestan dinero los bancos en la zona del euro, depende en gran medida de las subidas o bajadas de tipos que decide el Banco Central Europeo (BCE), que en 2011 aprobó dos subidas -en abril y en julio-, y dos rebajas, en noviembre y en diciembre, hasta situar la tasa en el 1 por ciento.

El consenso de los analistas indica que, en condiciones normales, el euríbor debe mantener un diferencial de entre el 0,50 por ciento y el 0,80 por ciento con respecto a los tipos de interés en la zona del euro, un diferencial que en estos momentos es muy inferior.

Aunque el presidente del BCE, Mario Draghi, no ha dudado en bajar los tipos de interés -dos veces- en la zona del euro nada más tomar posesión de su cargo, los expertos no se pronuncian con claridad sobre la posibilidad de que el organismo apruebe un nuevo recorte en su reunión del próximo jueves.

No obstante, el dato de inflación de abril en la zona del euro conocido hoy -del 2,6 por ciento, una décima menos que en marzo-, y las recientes declaraciones de Draghi -explicó la semana pasada que los tipos de interés permanecerán bajos y los tipos reales a corto plazo en negativo- permiten aventurar una flexibilización de las tasas rectoras.