Presidente. Imagen reciente de Al Asad - Reuters

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La UE endureció ayer su postura contra el régimen de Damasco por la "indignante" represión de las protestas, al sancionar al presidente sirio, Bachar Al Asad y suspender programas de cooperación y de inversión que mantenía en ese país.Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión impusieron ayer una segunda ronda de sanciones contra Siria, dentro de la que incluyeron en su lista negra a Asad y a otras nueve personas consideradas responsables de la represión.

Las sanciones suponen un endurecimiento de la presión europea sobre Damasco para que detenga la represión, acepte una negociación con la oposición e inicie el proceso de reformas anunciado.

La UE acordó además suspender parte de los programas de cooperación que el bloque mantenía en Siria y pedir al Banco Europeo de Inversiones (BEI) -que tiene una cartera de 1.300 millones de euros en el país- que haga lo propio con sus operaciones.
Los estados miembros se comprometieron además a revisar su cooperación bilateral con Siria.

El jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, lamentó que Asad no haya aprovechado la oportunidad que le brindó el bloque al no incluirle en su primera ronda de sanciones.

"No ha cruzado el puente que le hemos tendido. La violenta represión contra los manifestantes sigue y por eso tenemos que ampliar las sanciones contra el régimen y el presidente con prohibiciones de viajes y congelaciones de los activos", afirmó.
Ya a su llegada, varios ministros europeos calificaron de "indignante" y "preocupante" la situación en el país y dejaron claro que la UE no podía permanecer de brazos cruzados, como fue el caso de los ministros de Exteriores de Suecia, Carl Bildt; del Reino Unido, William Hague; del alemán Guido Westerwelle, y de la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton.

Por ahora, sin embargo, la UE no se ha lanzado a pedir la dimisión de Asad, algo que sí hizo con los presidentes de otros países árabes afectados por la oleada de protestas ciudadanas.

La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, dijo en rueda de prensa que los Veintisiete han enviado "un mensaje contundente, que no deja lugar a dudas, de condena" a Damasco.

Trinidad Jiménez precisó que no por pedir la renuncia de Asad se consiguen resultados. "No es que estemos esperando un interlocutor válido. Estamos esperando a que podamos realmente ver si todavía hay una oportunidad para iniciar un proceso de reforma en el país", subrayó.