El presidente interino de Túnez, Fued Mebaza, y el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, abandonaron ayer su militancia en la Agrupación Constitucional Democrática (RCD), el partido en el poder del régimen del depuesto presidente, Zine el Abidín Ben Alí, informó la agencia oficial tunecina TAP.
Por su parte, en un comunicado citado igualmente por la TAP, el RCD anunció haber expulsado a Ben Alí y a seis de sus colaboradores "de acuerdo con la investigación llevada a cabo en el partido tras los graves sucesos que han sacudido el país" en las últimas semanas.
Según la televisión estatal, el RCD ha expulsado además de a Ben Alí a sus principales consejeros, Ben Dhia y Abdelwahab Benabdellah, además de a Belhasan Trabelsi, hermano de la esposa del presidente depuesto y al yerno de éste, Sajer el Matteri.
Por otro lado, el abandono de la militancia en el RCD por parte del presidente interino y el primer ministro "concreta una decisión de separación entre los órganos del Estado y los partidos políticos" decidida el lunes por el nuevo Gobierno, según la agencia oficial.
Estos anuncios se producen en medio de la contestación popular y de las fuerzas de oposición por la composición del Gobierno de transición, que incluye a seis ministros del RCD, formación que ocupaba todos los resortes del poder en el régimen anterior.
DIMISIONES
Por su parte, la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) anunció ayer la dimisión de sus tres representantes en el nuevo Gobierno -dos ministros y un secretario de Estado- en protesta porque los ministerios de mayor peso como Interior, Defensa, Exteriores o Finanzas han sido asignados a miembros del RCD. La UGTT, que tuvo un papel fundamental en la organización de las protestas que forzaron la caída de Ben Alí, decidió además no reconocer al nuevo Gobierno.
También el Foro Democrático por el Trabajo y la Libertad (FDTL), uno de los tres partidos de oposición legal incluidos en el nuevo Ejecutivo, decidió suspender su participación en el mismo mientras no se retiren al menos algunos ministros del RCD.
Otra de las fuerzas opositoras legales del Gabinete de transición, el movimiento Etajdid, amenazó con retirarse si los ministros del RCD no abandonan su militancia en esa formación..
Protestas
En la capital y en varias regiones miles de personas volvieron ayer a manifestarse, esta vez en contra de la inclusión en el nuevo Gobierno de 12 miembros de la Agrupación Constitucional Democrática (RCD), el partido que ha acaparado el poder durante décadas en el país.El centro de Túnez, que al amanecer parecía recuperar poco a poco la vida normal -tras una noche en la que se reprodujo la violencia provocada por las bandas de partidarios del presidente depuesto, Zine el Abidine Ben Alí- volvió a convertirse en un campo de batalla."Alí Baba se ha ido, ahora queremos que se vayan los cuarenta ladrones", clamaban los manifestantes en varios puntos de la capital convocados por los blogs y las redes sociales de internet, además de por los sindicatos y algunas fuerzas opositoras, principalmente las aún ilegales como los islamistas y los comunistas.Las protestas fueron reprimidas por las fuerzas policiales con gases lacrimógenos y porras, pero al menos en la capital no se oyeron disparos de bala, como sucedía cuando Ben Alí estaba al mando supremo del país.
En otras regiones como en la minera de Gafsa o en Kaserín, en el centro oeste, miles de manifestantes salieron también a las calles y pidieron la disolución del RCD y la dimisión del primer ministro, Mohamed Ghanouchi, además de demandar a la oposición que abandone el Ejecutivo.
En otras zonas como Sfax, en el este; Kabili, en el sur, o Nabel, cerca de la zona turística de Hammamet, se produjeron igualmente protestas.
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