España incumplirá su compromiso ante la UE de reducir el déficit público al 6 por ciento del PIB en 2011, aunque por un margen estrecho de cuatro décimas. Esta desviación se debe a que, después de contraerse un 0,2 por ciento este año, la economía española sólo crecerá un 0,7 por ciento el año que viene y no un 1,3 por ciento como ha vaticinado el Gobierno, según las previsiones económicas de otoño que ha publicado la Comisión Europea. El crecimiento se acelerará hasta el 1,7 por ciento en 2012.
"Existe el riesgo de que, si el crecimiento del año que viene es menor del esperado, será necesario tomar más medidas para garantizar que se cumpla el objetivo fiscal del 6 por ciento. Es un compromiso que el Gobierno ya ha asumido y anunciado", dijo ayer el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn en rueda de prensa al ser preguntado por si la UE pedirá a España un mayor ajuste.
"Sobre la base de esta previsión de crecimiento y de las decisiones tomadas hasta ahora (por España), será difícil que se logre el déficit del 6 por ciento", afirmó Rehn. "Sólo podemos animar al Gobierno español en su compromiso de aplicar las medidas necesarias si se observan desviaciones de la ejecución presupuestaria esperada", insistió.
En todo caso, el Ejecutivo comunitario considera que "la estrategia fiscal (española) va en la buena dirección y se ajusta a las recomendaciones" de la UE. El comisario de Asuntos Económicos destacó además que "el Gobierno ha adoptado decisiones recientemente y ha sustanciado medidas de consolidación".
Rehn apoyó las "decisiones importantes" adoptadas por España para "acelerar la reestructuración de las cajas de ahorro y adelantar reformas estructurales importantes tanto en el mercado laboral como en el sistema de pensiones". Estas reformas "son la manera adecuada de afrontar los actuales desafíos de la economía española", dijo.
Después de que el déficit se disparara hasta el 11,1 por ciento en 2009 tras la crisis, las medidas de ajuste fiscal decididas por el Gobierno permitirán una "corrección importante" este año hasta el 9,3 por ciento. Ello se debe al fin de los planes de estímulo y el aumento del IVA y también al recorte del gasto público.
Sin embargo, en 2011 el déficit se situará en el 6,4 por ciento, por encima del objetivo del Gobierno, "debido principalmente a un escenario de crecimiento menos favorable que el previsto en el presupuesto de 2011". En 2012, el déficit llegará al 5,5 por ciento, muy superior al 4,4 por ciento que espera el Gobierno, lo que complica que se logre el objetivo de situarlo por debajo del 3 por ciento en 2013, tal como exige el Pacto de Estabilidad. El nivel de deuda aumentará hasta el 73 por ciento del PIB en 2012.
España, Irlanda (-0,2) y Grecia (-4,2 por ciento) serán los tres únicos países de la eurozona cuya economía caiga este año, según las previsiones de Bruselas. En contraste, Alemania crecerá un 3,7 por ciento, lo que sitúa la media de la eurozona en el 1,7 por ciento y la del conjunto de la UE en el 1,8 por ciento. En 2011, la economía española crecerá muy por debajo del promedio de la eurozona (1,5 por ciento) y del conjunto de la UE (1,7 por ciento).
El Ejecutivo comunitario pronostica que la tasa de paro en España seguirá subiendo en 2011 hasta situarse de media en el 20,2 por ciento y caerá ligeramente hasta el 19,2 por ciento en 2012.
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