Visita. La Reina Sofía llegó a media mañana al hospital y se mostró feliz por el éxito de la operación - Reuters

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El Rey se sometió ayer a una intervención quirúrgica en el Hospital Clínic de Barcelona -donde permanece ingresado y evoluciona favorablemente- para la extirpación de un nódulo en el pulmón derecho, cuyo análisis ha revelado que no tiene células cancerígenas, según el doctor Laureano Molins. Molins, quien dirigió la operación en el hospital catalán, señaló en rueda de prensa que Don Juan Carlos se encuentra bien después de la intervención, en tres o cuatro días podría recibir el alta médica y podrá recuperar la actividad "no física", de despacho, en unos quince días, ya que su función, comentó en broma el doctor, tiene menos exigencia física que si fuera "un cargador de muelles". Según el parte médico firmado por Molins y por el director de los servicios médicos de la Casa Real, Avelino Barros, el Rey a las 20 horas "presenta una evolución general y cardiorrespiratoria favorables".

La Reina Sofía, quien llegó a media mañana al hospital, aseguró que Don Juan Carlos tiene "una salud impresionante", se mostró "feliz" por el éxito de la operación y admitió que estaba "preocupada" por ese nódulo, que se ha confirmado que es benigno.
También le visitó la Infanta Elena, que llegó poco después de las 18 horas al Hospital Clínico de Barcelona.

Don Juan Carlos permanece en una unidad de curas intermedias a la espera de poder pasar a una habitación del hospital, y tendrá un postoperatorio "más llevadero" que si hubiera tenido que someterse a radioterapia o sesiones de quimioterapia.
"Se destierra la palabra cáncer", recalcó Molins, quien explicó que la operación, con anestesia total, consistió en una "pequeña toracotomía" para extirpar "en cuña" un nódulo de unos 17-19 milímetros.

La intervención se acordó el pasado 28 de abril, después de que el monarca se sometiera al examen médico anual en la Clínica Planas de Barcelona, en la que se hizo un "hallazgo casual" al observar que había "cambios morfológicos" en una calcificación localizada en el pulmón derecho, ya encontrada en estudios de años anteriores.

Tras nuevas pruebas, se comprobó que el nódulo estaba en fase de crecimiento, y que además había captación de glucosa, así que se optó por extirparlo para su análisis anatómico-patológico debido a su localización, a los antecedentes de tabaquismo del Rey y a que el tumor no existía el año pasado.

De acuerdo con el monarca, se decidió que la operación, "sin prisas, pero sin pausas", se practicaría en el Clínic, por recomendación de sus médicos de confianza.

El doctor Molins explicó que se aconsejó al Rey que deje de fumar, aunque en su caso no se ha podido establecer con claridad la "causa definitiva" de la calcificación.

El Rey llegó al centro sanitario a las 7.30 horas de la mañana de ayer, entró a las 9.20 horas en el quirófano y la intervención terminó a las 11.45 horas, según fuentes de la Casa Real, que informó oficialmente de la operación en un comunicado de las 9.30 horas. El equipo médico que atiende al monarca informará cada 24 horas de su estado de salud hasta el alta definitiva.

La Casa del Rey mantuvo informados al jefe del Gobierno, al presidente del Congreso, al líder de la oposición y al presidente de la Generalitat de Cataluña, por ser operado en Barcelona.

Según indicaron a Efe un portavoz de Zarzuela, la Casa del Rey y el Gobierno consideraron que el tiempo que el Rey iba a estar sedado por la operación no le impediría el ejercicio normal de sus funciones, por lo que se desestimó cualquier medida prevista por la Constitución.