Obama. El presidente ha ordenado revisar los procedimientos de detención y de interrogatorios

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Otr-press Washington
El presidente estadounidense, Barack Obama, dio ayer otro paso decisivo para el cierre de Guantánamo, al firmar un decreto por el que el polémico presidio se cerrará en el plazo de un año. Ahora comienza la parte más difícil, en la que la nueva Administración estadounidense debe determinar el destino de los 250 prisioneros. Además, el nuevo presidente americano, durante su segundo día de mandato, firmó otra orden ejecutiva que decreta el fin de las torturas a detenidos en los interrogatorios. Por otro lado, Obama tiene pensado designar al veterano diplomático Richard Holbrooke como su enviado especial para Pakistán, Afganistán y asuntos relacionados, con la difícil misión de mejorar las relaciones entre ambos países.

"El mensaje que estamos enviando al mundo es que Estados Unidos pretende proseguir con la presente lucha contra la violencia y el terrorismo y que lo vamos a hacer de forma vigilante", señaló Obama durante la ceremonia de firma del decreto en el Despacho Oval. "Lo vamos a hacer de forma efectiva y lo vamos a hacer de forma que sea consecuente con nuestros valores y nuestros ideales". Obama daba así otro paso en el camino del cierre de la polémica cárcel de la bahía de Guantánamo, que se completará en el plazo de un año, como había prometido durante la campaña, a pesar de que muchos aseguraban que iba a ser imposible.
Sin embargo, fuentes de su gabinete aseguraron que lo peor estaba por llegar, pues deben recolocar los 250 presos que se encuentran en la cárcel, muchos de los cuales llevan años encerrados sin juicio. Por el centro de detención que abrió Estados Unidos después de los atentados terroristas del 11 de septiembre han pasado cientos de presuntos sospechosos de terrorismo. Obama, que quiere marcar distancias de la forma de ejecutar la "lucha contra el terror" de la anterior administración desde un primer momento, también tiene previsto firmar otro decreto para obligar a la CIA a suspender el uso de torturas durante los interrogatorios a detenidos y otro en el que ordena a los servicios de inteligencia cerrar las cárceles secretas que pueda seguir teniendo.

Aunque el cierre de Guantánamo es una medida esperada por toda la comunidad internacional, especialmente por las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y los países de la Unión Europea, lo cierto es que los estadounidenses están divididos al respecto, según una encuesta que revela que casi la mitad de la población no comparte la decisión. En concreto, el 51 por ciento de los estadounidenses ha asegurado apoyar el cierre del centro de detención, frente al 47 por ciento que se ha manifestado en contra de su clausura, según la encuesta realizada por Opinión Research Corporation para la cadena CNN y recogida por otr/press.

Vuelve el veterano Holbrooke
Por otro lado, Obama tiene pensado designar al veterano Richard Holbrooke como su enviado especial para Pakistán, Afganistán y asuntos relacionados después de que el Senado confirmara el miércoles a Hillary Clinton como secretaria de Estado, según diversos medios norteamericanos. Holbrooke, ex embajador ante la ONU con Bill Clinton y uno de los autores de los Acuerdos de Dayton que pusieron fin a la guerra de Bosnia, tendría la difícil tarea de mejorar las relaciones entre Kabul e Islamabad, actualmente tensas por los ataques que talibanes y miembros de Al Qaeda refugiados en las zonas tribales paquistaníes llevan a cabo en territorio afgano.

Algunos medios, como el Washington Post, aseguran que su área de actuación podría ampliarse también a India, país que ha sido víctima del terrorismo islamista procedente de Pakistán y que mantiene con su país vecino un contencioso por la región de Cachemira, que les ha llevado hasta ahora a mantener dos guerras. Además, diversos medios prevén que Holbrooke informará directamente a la secretaria de Estado, con la que coincidió en las últimas semanas en las críticas a la situación actual en Afganistán y respecto a su presidente, Hamid Karzai.

Por su parte, la propia Hillary dio hoy un breve discurso tras jurar su cargo, después de que el miércoles se solucionase el intento de bloqueo de un senador republicano, que alegaba que podría haber un conflicto de intereses entre sus nuevas responsabilidades y las donaciones que recibe la Fundación Clinton del extranjero. Durante su corta intervención, la secretaria de Estado abogó por la puesta en marcha de una nueva "diplomacia robusta" y un "desarrollo efectivo" que permita garantizar a largo plazo el papel de Estados Unidos en el mundo. La ex senadora por Nueva York aseguró ante un millar de funcionarios y diplomáticos que con la llegada al poder de Barack Obama habrá una nueva era en la diplomacia estadounidense, aunque advirtió de que vendrán tiempos difíciles y que las tareas que quedan por delante serán complicadas.

La nueva secretaria de Estado, que se encontró en su despacho una carta de su antecesora en el cargo, Condoleezza Rice, tendrá que lidiar con dos guerras en Irak y Afganistán, el conflicto en Oriente Próximo, la amenaza nuclear iraní o el cierre de Guantánamo.

Algunos países europeos estudian acoger a los detenidos
La decisión de Obama, de cerrar la prisión de la base naval de Guantánamo (Cuba) en el plazo de un año ha sido recibida ayer con satisfacción en la comunidad internacional y algunos países europeos se plantean la posibilidad de acoger a los detenidos.

Este es el caso de Francia, Reino Unido y Alemania. Aunque en su conjunto, los países de la UE consideran que "no es urgente" responder a la petición de Obama de acoger presos de Guantánamo y de momento van a estudiar un marco jurídico y político común europeo, en el que después cada nación decidirá cómo actuar,.
La presidencia checa en la UE emitió ayer un comunicado el que considera que "esta decisión tiene un gran valor simbólico y significado práctico, y podría facilitar un fortalecimiento de la cooperación contra el terrorismo y por la seguridad basada en el respeto al derecho internacional y a los derechos humanos".

El cierre del centro de detención de Guantánamo -creado en 2002, después de los atentados terrorista en EEUU, para los sospechosos de terrorismo- y la posible acogida de los prisioneros será tratada el próximo lunes y a petición de Portugal en el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores de la UE.
Mientras el Gobierno de París ha indicado que examinará "caso por caso", el de Londres intenta conseguir la liberación de dos prisioneros, y en el de Berlín el tema ha desencadenado una polémica.

"Francia da la bienvenida" a la firma por parte del presidente Obama del decreto de cierre del centro de detención de Guantánamo, declaró el portavoz adjunto del ministerio de Exteriores galo, Frédéric Desagneaux, quien subrayó que los prisioneros contra los que no haya cargo alguno "no deben ser enviados a sus países de origen si es que corren el riesgo de ser perseguidos".
Desagneaux recordó que el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, manifestó su deseo de que se examinen los casos de "prisioneros liberados de Guantánamo que lo soliciten y contra quienes no pesen cargos", y señaló que Francia considera "importante" que las condiciones de una eventual acogida en suelo europeo "sean abordadas coordinadamente por los europeos".
También el Gobierno británico dio la bienvenida a la decisión de Obama, y un portavoz del primer ministro, Gordon Brown, recordó que Gran Bretaña "lleva tiempo diciendo que Guantánamo debe cerrarse".

En los últimos años, el Reino Unido ha recibido un total de 13 hombres que fueron prisioneros de ese centro de detención, entre ellos nueve nacionales y 4 residentes en el país. Asimismo, el ministerio de Exteriores confirmó hoy que continúa trabajando por la liberación de otros dos residentes, Binyam Mohammed y Shaker