Con esta versión, Mercedes ofrece uno de los roadster más espectaculares del mercado. | Mercedes-Benz

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El SL es sin duda uno de los roadster más prestigiosos del mercado que por sus características y precio, está al alcance de solo unos privilegiados. Sin embargo, la firma alemana ha ido todavía más lejos diseñando una versión espectacular, la AMG 63 S E Perfomance, que con motorización híbrida es capaz de desarrollar 816 cv con unas prestaciones y equipamiento técnico a un nivel fuera de serie inspirado en la tecnología de F-1.

Estéticamente las principales diferencias exteriores con respecto a la gama convencional se centran en la sección trasera del vehículo con la tapa de carga integrada y el nombre del modelo resaltado en rojo. No faltan unos embellecedores trapezoidales dobles en los tubos de escape, ranurados en el exterior. El distintivo E Performance en la aleta lateral identifica la exclusividad del sistema de propulsión de esta variante. Otros detalles específicos se centran en la incorporación de unas atractivas llantas de aleación AMG multirradio de 20» optimizadas aerodinámicamente y pintadas en negro mate con acabado en alto brillo que montan neumáticos 265/40 –R 20 delante y 295/35 R 20 detrás.

Máxima deportividad

El interior ya de por sí elegante y deportivo de la gama SL, se ha potenciado en el E Perfomance. Entre los elementos a destacar los asientos deportivos AMG de ajuste eléctrico y el sistema MBUX multimedia que añade funciones específicas AMG y para vehículos híbridos con gráficos de alta capacidad que permiten visualizar el flujo de potencia del sistema de propulsión. Y para los que quieran personalizar el vehículo, Mercedes ofrece el programa Manufaktur con una amplia selección de elementos interiores y exteriores.

Potencia sin límites

Pero sin duda alguna, lo más destacado del AMG SL 63 S E Perfomance se centra en su avanzado sistema de propulsión. No en vano adopta un motor biturbo de 4.0 litros situado en el eje delantero combinado con un motor eléctrico síncrono en el eje trasero, un cambio de dos velocidades de conmutación eléctrica y un diferencial mecánico de deslizamiento limitado en el eje trasero. El resultado, una potencia máxima de 816 cv, un par máximo de 1420 Nm, una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y una velocidad máxima de 317 km/h. Unas prestaciones que no están al alcance prácticamente de ningún rival y que demuestra el poderío de esta versión. Un detalle interesante es que el motor eléctrico actúa sobre el eje trasero y proporciona un plus de rendimiento al arrancar, acelerar o adelantar y a medida que aumenta el deslizamiento sobre el mismo, su fuerza motriz también se transmite al eje delantero.

Aunque la batería que monta es de tan solo 6,1 kWh y está diseñada para ofrecer un alto rendimiento en muy poco tiempo y mejorar las prestaciones del vehículo, permite conducir en modo 100 por cien eléctrico unos 13 km. Además, se puede seleccionar 4 niveles diferentes de regeneración de energía mediante el botón derecho del volante.

El SL AMG SL 63 S E Perfomance incluye 8 programas de conducción –Electric, Battery Hold, Comfort, Smoootheness, Sport, Sport +, Race e Individual- que adaptan los diferentes parámetros de conducción (respuesta motor, transmisión, dirección, amortiguación, sonido, etc.) en función de las preferencias del conductor. En resumen, un vehículo espectacular en todos los aspectos, con la tecnología híbrida más avanzada del momento y unas prestaciones fuera de serie.