El servicio de espionaje ruso desmantela un complot de un compatriota contra una industria militar

«EL FSB frustró un atentado terrorista planificado por los servicios de inteligencia de Ucrania con sustancias químicas para envenenar a los empleados de una empresa de la industria militar en la región de Yaroslavl» -a unos 300 kilómetros de Moscú- señaló la entidad en su sitio web. Según las autoridades rusas, el presunto envenenador fue detenido cuando retiraba «dos recipientes con sustancias químicas peligrosas que provocan quemaduras letales de las vías respiratorias de un escondite preparado por los servicios de inteligencia ucranianos».

El FSB señaló que el plan radicaba esparcir esta sustancia en los sistemas de ventilación de los automóviles de los empleados. «Las acciones del terrorista se coordinaban desde el territorio de Ucrania por medio de sistemas de mensajería en internet foráneos, lo cual se confirma en base a la información obtenida de los medios de comunicación requisados», apuntó la inteligencia rusa.

El FSB incoó una causa penal por «preparación, producción, adquisición o venta de armas de exterminio en masa» y «atentado terrorista», tras lo cual el Tribunal del distrito de Kírov de Yaroslavl dictó en contra del detenido la medida cautelar de arresto hasta el próximo 7 de marzo.

El FSB recordó varios intentos de ataques similares, entre los que citó el intento de envenenamiento de comida en la Academia Superior de Aviación de Armavir, en la sureña región de Krasnodar, y el envenenamiento en San Petersburgo de comestibles que debían ser enviados a los soldados rusos que combaten en Ucrania. También mencionó el intento de los servicios de inteligencia ucranianas de llevar a cabo un atentado terrorista con uso de la sustancia química de combate BZ (según la clasificación de la OTAN) que tuvo lugar en febrero de 2024 en la región de Zaporiyia, anexionada por Rusia en septiembre de 2022.