Millones de cubanos siguen sin electricidad. | Norlys Perez

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La lenta velocidad de desplazamiento del huracán Óscar, sus vientos sostenidos de hasta 100 kilómetros por hora y las hasta 36 horas que podría pasar en territorio cubano hacen temer graves daños en una isla que ya sufre una situación muy precaria.

El último informe del Instituto Meteorológico (Insmet) de Cuba apunta a que Óscar, de categoría 1 (de 5) en la escala Saffir-Simpson, está dejando en el extremo nororiental de la isla fuertes lluvias -localmente intensas-, marejadas y vientos que han llegado a alcanzar los 130 kilómetros por hora.

Medios oficiales informaron de penetraciones del mar en áreas costeras bajas de la ciudad de Baracoa (este) y daños en la infraestructura eléctrica. También dieron cuenta de la aplicación de medidas de emergencia, como la evacuación de miles de personas de algunos puntos de riesgo, la suspensión del transporte terrestre en el tercio oriental del país y la recolección de cosechas que podrían echarse a perder por el huracán.

Se han movilizado asimismo brigadas médicas hacia lugares apartados y vulnerables. El Insmet apuntó que se prevé que el ojo del huracán, que entró en Cuba con trayectoria oeste, dé un giro de noventa grados hacia el norte en la madrugada del lunes y tome rumbo norte-noreste para regresar al Atlántico.

Con una velocidad actual de desplazamiento de tan sólo 9 kilómetros por hora, se estima que Óscar puede permanecer en territorio cubano entre 24 y 36 horas. Óscar tocó tierra cubana este domingo sobre las 18.10 hora local (10.10 GMT), en las proximidades de la ciudad de Baracoa, en el extremo nororiental de la isla, informó el Instituto Meteorológico (Insmet) de Cuba.

El Insmet, que ha medido ya rachas de 116 kilómetros por hora, espera recoger en algunos puntos montañosos del oriente cubano entre 100 y 200 mililitros (litros por metro cuadrado) y a registrar vientos de hasta 120 kilómetros por hora.

Las autoridades han decretado la fase de alarma ciclónica para las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Granma y Las Tunas, mientras mantiene a Camagüey en fase de alerta y a Ciego de Ávila en fase informativa.

La llegada de Óscar tiene lugar poco más de dos días después de que Cuba sufriese un apagón total del que apenas se ha empezado a recuperar de una forma muy incipiente e inestable. A causa de este apagón y el huracán Óscar el Gobierno cubano ha suspendido la actividad administrativa y docente no esencial en todo el país hasta el miércoles.

Las autoridades instaron asimismo a la población a mantenerse informada sobre la evolución de este sistema a través de los medios de comunicación nacionales y cumplir con las indicaciones de las autoridades locales. Óscar se convirtió este sábado en un huracán de categoría 1 tras experimentar una acelerada intensificación y ha afectado ya a las Islas Turcas y Caicos y al sureste de Bahamas.

Se trata de la decimoquinta tormenta tropical de la actual temporada ciclónica en el Atlántico, aunque el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. lo ha calificado de "pequeño". Los servicios meteorológicos de EE. UU. y Cuba alertaron ya hace meses de que esta temporada de huracanes en el Atlántico, que abarca del 1 de junio al 30 de noviembre, iba a ser especialmente activa.