El expresidente boliviano se ha visto envuelto en una investigación. | Efe - Jorge Abrego

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El expresidente de Bolivia Evo Morales no ha acudido este jueves a declarar ante la Fiscalía de Tarija por el caso de supuesto abuso de menores y trata de personas por el que está siendo investigado, alegando que su vida corre peligro. «El objetivo es detener a Evo Morales. El presidente tenía la intención grande de venir a declarar, pero corre riesgo su vida. Ha recibido amenazas de muerte», han asegurado desde su círculo de aliados, según recoge el diario 'El Deber'.

Por su parte, Nelson Cox, uno de los abogados del equipo de Morales, ha confirmado que el expresidente no acudirá a la cita que tenía prevista este jueves con la Fiscalía de Tarija al no existir garantías suficientes para que lo haga de forma segura, a pesar del despliegue de hasta 600 efectivos para tal efecto.

A la espera de conocer si Morales podrá comparecer virtualmente, en la víspera, el ministro de Justicia, César Siles, adelantó que en caso de que no compareciera se emitirá una orden de detención contra él. De hecho la fiscal del departamento de Tarija, Sandra Gutiérrez, ha confirmado que se ha emitido una orden de detención contra el expresidente de Bolivia. «Ya estamos trabajando en lo que corresponde conforme a ley, lo que corresponde es precisamente eso, sacar el mandamiento de aprehensión, para aquellos que han sido notificados debidamente sin ninguna vulneración de ninguno de sus derechos».

«Simplemente, el mandamiento de aprehensión que se va a emanar será para que ellos puedan apersonarse a presentar su declaración», ha explicado ante los medios. Gutiérrez ha aclarado que la medida afecta también a los padres de la víctima, que tampoco han acudido a la citación. «Se han presentado dos memoriales sin la notificación debida», ha asegurado, antes de aseverar que «todo se está haciendo de manera transparente y apegados a la norma legal».

Una eventual detención caldearía aún más los ánimos entre los partidarios de Morales y Arce, quienes vienen desde hace años protagonizando una enquistada disputa que no solo divide a la izquierda de Bolivia, sino que también plantea serias dudas sobre el futuro político más inmediato. A horas de que tuviera que comparecer, Morales acudió de nuevo a su cuenta de X para reafirmar su inocencia y acusar a su otrora aliado Luis Arce de reabrir un caso ya archivado y que fue fabricado por el «gobierno de facto» de Jeanine Áñez.

«Inventando acusaciones, torciendo las leyes y con la complicidad de sicarios de la justicia pretenden detenernos y acabar con nuestra vida. (...) Todo es producto de la desesperación del gobierno que no tiene ninguna respuesta a la crisis y tampoco tiene ninguna posibilidad electoral», ha escrito horas antes en X. De acuerdo con la investigación, Morales podría ser responsable de un delito de abuso de menores y trata de personas por unos hechos que cometió en 2016 cuando era presidente de Bolivia, por una relación con una menor de 15 años, de la que nació una niña.