Foto de grupo con algunos de los asistentes a la cumbre diplomática. | Reuters - Byron Kaye

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El presidente de China, Xi Jinping, ha expresado este jueves la disposición del gigante asiático a «profundizar su cooperación» con los países de África y ha ofrecido un «apoyo financiero» al continente por valor de 360 billones de yuanes (alrededor de 45.730 millones de euros) durante los próximos tres años. Xi ha indicado durante su discurso de apertura en Pekín del Foro de Cooperación entre China y África (FOCAC) que el mismo tiene como objetivo «discutir grandes planes para la cooperación amistosa entre China y África en la nueva era» y ha destacado que desde el año 2000 --cuando se creó este foro-- ha habido un trabajo «codo con codo» para «defender los intereses y derechos legítimos mutuos».

Así, ha dicho que estas acciones «han beneficiado a cientos de millones de personas en China y en África» y ha ensalzado que «tras cerca de 70 años de trabajo duro, las relaciones entre China y África son ahora las mejores de la historia». «Mirando al futuro, propongo que las relaciones bilaterales con todos los países africanos con los que tenemos lazos sean elevadas al nivel de relaciones estratégicas», ha manifestado.

Xi ha incidido en que «el Gobierno chino está abierto a entregar 360 billones de yuanes en apoyo financiero durante los próximos tres años», incluidos paquetes en financiación a crédito y otros tipos de «asistencia» y promover que las empresas chinas «inviertan no menos de 70 billones de yuanes (cerca de 8.900 millones de euros) en África». En este sentido, ha propuesto un plan con «diez acciones» para «profundizar» la cooperación entre el país y África que incluye la creación de 25 centros de investigación «para construir una plataforma de intercambio sobre la experiencia de gobernanza China-África».

Xi ha anunciado la entrega de ayuda alimentaria por valor de un billón de yuanes (unos 127 millones de euros) y el refuerzo del apoyo al sector agrícola en el continente, además de impulsar el sistema educativo con la construcción de una universidad de ingeniería y tecnología y otros centros de estudios. El mandatario chino ha mostrado además la disposición de Pekín para «expandir unilateralmente la apertura del mercado» y quitar los aranceles «a los países menos desarrollados que tengan lazos con China, incluidos 33 países africanos», además de «expandir el acceso a los productos agrícolas africanos» al gigante asiático.

El plan contempla además el aumento de la «cooperación industrial» y el desarrollo de 30 «proyectos de infraestructura sobre conectividad en África», además de «profundizar la cooperación en el marco de la Iniciativa Global de Desarrollo» y «construir un centro médico conjunto», a lo que se sumaría el envío de 2.000 equipos médicos a países africanos. «China está dispuesto a poner en marcha 30 proyectos de energías limpias en África», ha manifestado, al tiempo que ha apostado por «establecer el Foro China-África sobre el Uso Pacífico de Tecnología Nuclear y construir de forma conjunta 30 laboratorios», según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores chino.

Forum on China-Africa Cooperation (FOCAC) Summit opens in Beijing
El líder chino saluda al representante nigeriano. Nigeria es una de las mayores economías de la región. Foto: Reuters.

Alrededor de 25 dirigentes de países africanos se han desplazado a Pekín para participar en la cumbre, que se convierte así en el encuentro diplomático más grande en China desde la pandemia de coronavirus y supone una muestra del aumento de la influencia del gigante asiático en el continente. En el marco de la cumbre, el presidente del Consejo Soberano de Transición y jefe del Ejército de Sudán, Abdelfatá al Burhan, ha anunciado un acuerdo con Pekín sobre energía e infraestructura, incluido un apoyo a los planes de Jartum para obtener energía nuclear para fines pacíficos, según el portal de noticias Sudan Tribune.

En la cumbre también ha participado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien ha destacado durante su discurso que el encuentro tiene lugar en un momento en el que «aumentan las tensiones geopolíticas, hay conflictos activos y aumentan la pobreza y el hambre». «La guerra en Ucrania continúa, con su impacto global, la muerte y la destrucción reinan en Gaza y el pueblo de Sudán es víctima de un sufrimiento inenarrable. La crisis climática sigue empeorando y las desigualdades están por todas partes, lo que exacerba las divisiones y la polarización».

«La Agenda 2030 y el Acuerdo de París están en peligro», ha alertado. Asimismo, ha reseñado que «muchos países africanos están sumidos en la deuda y tienen dificultades para invertir en el desarrollo sostenible». «Muchos no tienen acceso a un alivio efectivo de la deuda, cuentan con escasos recursos y una financiación claramente insuficiente para responder a las necesidades básicas de su población y protegerla de los estragos de una crisis climática que no hicieron nada para crear», ha lamentado «Esta situación es insostenible y supone una receta para el malestar social», ha advertido Guterres, quien ha defendido su propuesta para llevar a cabo «reformas profundas» al «desactualizado, poco efectivo e injusto sistema financiero internacional» y ha abogado por «promover una reestructuración efectiva de la deuda a largo plazo que ponga a la gente en el centro».

«El apoyo de China y África a estas reformas es esencial», ha dicho el secretario general de la ONU, que ha incidido en que «en este contexto, la cooperación Sur-Sur es esencial para aumentar capacidades e impulsar el progreso en desarrollos de objetivos compartidas, sin que esto reduzca de forma alguna las responsabilidades del Norte Global». En este sentido, ha hecho hincapié en que «la asociación de China con el continente africano es el pilar principal de la cooperación Sur-Sur». «Vuestros esfuerzos conjuntos, fundamentados en la Carta de la ONU, pueden crear un nuevo impulso para el desarrollo africano.

China es ya el mayo socio comercial de África», ha recordado. «Sabemos que en África, igual que en otras partes, las inversiones supone un cambio cuando respetan la propiedad nacional y son sostenibles desde el punto de vista financiero, sensibles con el clima y consistentes con los Derechos Humanos», ha dicho Guterres, quien ha insistido en que «la asociación China-África puede impulsar la revolución de las energías renovables».

«Puede ser un catalizador para transiciones clave en los sistemas alimentarios y en la conectividad digital», ha dicho, al tiempo que ha subrayado que «el destacable historial de desarrollo de China, también a la hora de erradicar la pobreza, da una riqueza en experiencia». «África puede maximizar el potencial del apoyo de China en áreas que van desde el comercio hasta la gestión de datos, las finanzas y la tecnología», ha argüido. Guterres ha tildado además de «indignante» que ningún país africano cuente con un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y ha expresado la disposición del organismo a apoyar el aumento de las relaciones entre China y África «hacia el objetivo compartido de paz, desarrollo sostenible y Derechos Humanos en un planeta saludable».