El abogado del fundador de Telegram. | Reuters - MOHAMMED BADRA

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El fundador y responsable de la plataforma de mensajería encriptada Telegram, Pável Dúrov, ha sido puesto en libertad bajo fianza con cargos por parte de la Justicia de Francia. En las últimas horas se ha conocido que también es investigado por presuntos malos tratos a uno de sus hijos, además de la causa por doce delitos por la que fue detenido el sábado pasado. Las pesquisas por malos tratos se refieren a una denuncia presentada en 2023 en Suiza por la expareja de Dúrov, según informaron fuentes de la investigación a la cadena pública francesa Franceinfo.

La víctima, nacida en 2017, vive actualmente en ese país con su madre. Dúrov declaró este pasado miércoles ante un juez, con vistas a su posible imputación por un sumario que incluye doce cargos relativos a la difusión por Telegram de contenidos delictivos relacionados con el narcotráfico, la pornografía infantil y con estafas. La lista de delitos comprende complicidad en la administración de una plataforma en línea para permitir transacciones ilícitas de bandas organizadas, rechazo a cooperar con las autoridades compartiendo documentos o informaciones necesarias para evitar actos ilegales y complicidad en estafas y en tráfico de drogas, según detalló la Fiscalía de París.

El multimillonario de origen ruso, de 39 años, fue detenido tras aterrizar en un avión privado en el aeropuerto privado de Le Bourget, próximo a París. Dúrov, que tiene también la nacionalidad francesa y la de Emiratos Árabes Unidos (EAU), reside en Dubai, donde su plataforma con cerca de mil millones de usuarios tiene su sede.

Tras la detención de su fundador y director ejecutivo, Telegram publicó un comunicado en el que aseguró que la plataforma «cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales» y que «su moderación se encuentra dentro de los estándares de la industria y mejora constantemente». «Pável Dúrov no tiene nada que esconder y viaja frecuentemente por Europa. Es absurdo que una plataforma o su propietario sean responsables por los abusos en su plataforma», añadió el comunicado.

Por su parte el Kremlin declaró que el fundador de la plataforma de mensajería Telegram sigue siendo ciudadano ruso y como tal tiene derecho a asistencia consular de su país de origen. «Dúrov aún sigue siendo ciudadano ruso, y en cuanto a la obtención (por él) la ciudadanía francesa, aquí no sabemos nada, no es asunto nuestro», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria. Agregó que Dúrov «tiene todo lo necesario para organizar su defensa legal».

«Por supuesto, lo consideramos un ciudadano de Rusia y, si es necesario, en la medida de nuestras posibilidades, estaremos dispuestos a brindarle asistencia, como cualquier ciudadano Rusia», dijo Peskov. Eludió comentar la imputación de Dúrov, pero recalcó que «lo importante es que lo que está ocurriendo en Francia no se convierta en una persecución política». «El presidente de Francia (Emmanuel Macron) ha negado toda vinculación política, pero por otro lado se presentan determinadas acusaciones», apuntó Peskov.

La Justicia francesa imputó a Dúrov, por cargos que van de blanqueamiento de crímenes a complicidad en la difusión de imágenes pederastas, y accedió a su liberación bajo control policial y bajo una fianza de 5 millones de euros. La lista de delitos que se le atribuyen comprende complicidad en la administración de una plataforma en línea para permitir transacciones ilícitas de bandas organizadas, complicidad en estafas y en tráfico.

A eso se añade, entre otros cargos, una presunta responsabilidad del multimillonario de origen ruso por la difusión en Telegram de material de abuso sexual de menores. También se le acusa de no colaborar con la Justicia ofreciendo datos e informaciones sobre posibles acciones delictivas y cargos relacionados con el funcionamiento y encriptado de la plataforma de mensajería. La imputación de Dúrov, de 39 años, se produjo después de cuatro días detenido de manera provisional, el máximo legal dados los cargos por los que se le investigaba.