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El presidente de Estados Unidos ha vuelto a quitar importancia a su actuación en el debate electoral contra Donald Trump, alegando que solo fue un "mal episodio" porque estaba "exhausto" y "enfermo", aunque él mismo ha indicado que no presentaba síntomas de gravedad.

"Fue un episodio muy malo. No había indicios de ninguna condición grave. Estaba exhausto. No hice caso a mis instintos en cuanto a la preparación y tuve una mala noche", ha expresado este viernes el presidente en una entrevista con la cadena estadounidense ABC News.

Al ser preguntado por el presentador George Stephanopoulos por la falta de tiempo de descanso, Biden ha respondido que "estaba enfermo" y se "sentía terrible".

"De hecho, los médicos que estaban conmigo me preguntaron si me habían hecho una prueba de COVID porque estaban tratando de averiguar qué me pasaba. Me hicieron una prueba para ver si tenía o no alguna infección, ya sabes, un virus. No la tenía. Simplemente tenía un resfriado muy fuerte", ha agregado a este respecto.

El actual mandatario, que ha asegurado no haber visto el debate tras su emisión, ha entonado el mea culpa y ha señalado que "durante todo el proceso de preparación, no fue culpa de nadie", más que suya.

"Preparé lo que normalmente haría cuando me reúno con los líderes extranjeros o el Consejo de Seguridad Nacional para obtener detalles explícitos. Y me di cuenta, a mitad de camino, ya sabe, de que el New York Times me había dado diez puntos antes del debate, nueve ahora, o lo que sea", se ha justificado Biden, insistiendo en que "la forma en que se desarrolló el debate no fue culpa (suya) ni de nadie más". "Tuve una mala noche", ha sentenciado.