El primer ministro Donald Tusk, durante el acto final de campaña. | Kacper Pempel

TW
0

Una vez cerrados los colegios electorales en Polonia, los últimos datos de las encuestas a pie de urna apuntaban este domingo a una amplia victoria en las elecciones a la Eurocámara de la Plataforma Cívica de Donald Tusk, proeuropea, frente a la oposición euroescéptica de Ley y Justicia (PiS). En una jornada caracterizada por la ausencia de incidentes significativos y la bajísima participación, los sondeos de Ipsos difundidos por la prensa polaca arrojaban un resultado mejor de lo esperado para el partido de Tusk: un 38,2 % de los votos, frente a casi el 34 % para el PiS.

Los ultranacionalistas de Confederación, contrarios a la Unión Europea, cosecharían según esta encuesta un 12 % de los apoyos, la democracia cristiana de Tercera Vía, que gobierna el país en coalición con el partido de Tusk, obtendría un 8,2 % de los votos, y la coalición progresista Izquierda, también integrada en la alianza del Gobierno, se conformaría con un 6,6 % de las papeletas.

De esta manera, se certificaba el giro pro europeo del electorado polaco, al tiempo que Tusk y sus aliados cimentaban su dominio del electorado y salían airosos de lo que se consideraba una prueba que confirmaría -o no- la sintonía con los votantes tras unos seis primeros meses de gobierno muy accidentados.

Polonia enviará en esta ocasión 53 eurodiputados al Parlamento de Bruselas, uno más que hace cinco años, y se vuelve a alinear de manera decidida con el proyecto europeo, tras un paréntesis de nueve años en que el Gobierno del PiS llenó de tensiones y desacuerdos las relaciones de Varsovia con sus socios occidentales.

A falta de la confirmación oficial de los datos del recuento, que se harán públicos el lunes por la tarde, los principales líderes políticos han reaccionado con cautela. Tusk escribió en la red social X: «¡Jesús, qué contento estoy! supongo». Por su parte, Jaroslaw Kaczynski, líder del PiS, habló de «caminos aún abiertos» y «tareas por delante».